viernes, 3 de julio de 2009

Racismo en argentina contra latinoamericanos

En Argentina existe un amplio y expandido racismo contra los inmigrantes provenientes de otros países latinoamericanos, y muy especialmente contra paraguayos, bolivianos, peruanos y chilenos.[11] Este racismo tiene incluso fundamento en la Constitución Nacional y el artículo 25 inspirado por Alberdi y su frase «gobernar es poblar», que establece una diferencia entre «inmigración europea» (que debe ser fomentada) e inmigración no europea.
Artículo 25: El Gobierno federal fomentará la inmigración europea; y no podrá restringir, limitar ni gravar con impuesto alguno la entrada en el territorio argentino de los extranjeros que traigan por objeto labrar la tierra, mejorar las industrias, e introducir y enseñar las ciencias y las artes.
En este contexto debe mencionarse también la participación argentina, junto a Brasil y Uruguay, en el genocidio del pueblo paraguayo en ocasión de la Guerra de la Triple Alianza (1865-1870) en la que fue exterminada prácticamente toda la población masculina, incluidos los niños. Desde ese momento Paraguay, que era entonces el país tecnológicamente más avanzado de Sudamérica, se derrumbó poblacionalmente y como nación en vías de desarrollo.
Esta preferencia por los inmigrantes europeos de la Constitución, no fue modificada en ninguna de las seis reformas constitucionales realizadas, la última de las cuales sucedió en 1994. Como consecuencia de ello, el mensaje histórico cultural del Estado Argentino ha sido hasta el presente establecer una discriminación insalvable en la población argentina, entre descendientes de europeos y descendientes de no europeos, y sus respectivas culturas.
Bajo el lema de «No se olviden de Marcelina», la comunidad boliviana en Argentina denuncia el asesinato por motivos racistas de Marcelina Meneses y su hijo Josua Torrez de 10 meses de edad, empujados de un tren en movimiento cerca de la estación de Avellaneda, el 10 de enero de 2001.[54]
En 2008, la justicia argentina condenó a 22 años de prisión a un policía por lesiones e intento de asesinato de un joven por el solo hecho de ser boliviano. La pena reflejó el agravante contemplado en la ley antidiscriminatoria 23.592, cuando el delito «sea cometido por persecución u odio a una raza, religión o nacionalidad».[55]
Como ejemplo de la amplia difusión de la discriminación contra otros latinoamericanos, el 8 de marzo de 2009 se jugaba un partido de fútbol entre Independiente y Boca Juniors cuando en el entretiempo la hinchada de Independiente comenzó a flamear banderas de Bolivia y Paraguay. La actitud fue generalizadamente comprendida como discriminatoria debido a que en Argentina constituye un acto despectivo habitual hacia Boca Juniors, por parte de otras hinchadas, sostener que sus simpatizantes son inmigrantes de provienen de países fronterizos. Tal es el fundamento racista de la canción cantada por otras hinchadas como la de River Plate y San Lorenzo:
"Son la mitad más uno,/son de Bolivia y Paraguay.Yo a veces me pregunto,/che, negro sucio, si te bañás.Bosta que asco te tengo,/lavate el culo con aguarrás".[56

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