miércoles, 21 de octubre de 2009

Descontrol migratorio en Argentina..chau raza blanca...


Si la Argentina era sinonimo de algo en el mundo ademas del Tango, el futbol,los paisajes y la arquitectura Europea del pais,tambien es famosa por ser un pais completamente de Inmigrantes Européos,es el unico continente de America que se diferencia en tener la gente linda,blanca,y bella,eso es por que fue junto con USA y CANADA los unicos tres paises de America en recibir millones de Europeos refugiados, hijos y nietos de ITALIANOS comprenden el 65% de la poblacion del pais,lluego le siguen Españoles(vascos)y Alemanes,los (alemanes del volga)que serian los rusos del volga.Argentina es el tercer pais de America con mas Alemanes fuera de Alemania.Tambien Argentina es el segundo pais despues de USA con mas Judios..Ahora desde el año 1990 los Europeos dejaron de venir,salvo Españoles que en la actualidad eligieron Argentina como mejor pais para vivir ya que vive de la nueva camada la mayor migracion (la nueva)unos 300.374Españolitos en el pais,sin contar los hijos..Desde la epoca de Menem y la actual Cristina kirchner se fomento la libertad y el descontrol migratorio de paises limitrofes y la cara de Argentina esta cambiando y mucho...

Ser « gringo » en Buenos Aires (1880-1914)Historia de los inmigrantes europes en argentina


Ser « gringo » en Buenos Aires (1880-1914)
Raúl Illesca
1Emigrar no es, en ninguna época ni lugar, una decisión sencilla. Es una suma de situaciones contradictorias conformadas por diferentes condiciones: de escepticismo con respecto al lugar de origen, de razones políticas o económicas, de ilusiones de lo “por venir”, de sueños incumplidos que se materializarán en una nueva geografía. Está también siempre agazapado el fantasma del fracaso.
1 Este trabajo fue realizado para el Seminario de Doctorado: Estudios sociocríticos. La epigrafía (...)
2Ortega Munilla, en un libro de viajeros de fines del siglo XIX1, expone de modo muy ilustrativo, la situación del emigrante que llegaba a América.
La emigración es un sueño, un delirio, una fiebre que la medicina puede estudiar. Sus síntomas son ver en sueño un país dorado por el sol, rico de una vegetación virgen y enmarañada, donde se cuenta por miles de duros, y se gana una fortuna en el tiempo en que aquí se gana, cuando se gana, una peseta. La patria, aparece á sus ojos como la amante desdeñada. Ese país de oro es como a novia de una noche de mayo... El enfermo de fiebre emigradora entristece; tenazmente se apodera de su alma la sombra. Él es aquí pobre, mísero; allí será rico. Aquí anda á pié; allí andará en una carroza. Aquí regatea los ochavos; allí desperdiciará los centenes. Llega el período rico de la fiebre. El enfermo se va. Un vapor será el caballo cavileño da la aventura. Ciegos de ilusiones como el hidalgo, espoleará los costados de madera del caballo para llegar pronto. Y al huir de su patria se despide ella, agitando un pañuelo que mariposea hasta desvanecerse en último adiós, como un ave que muere volando.
3La inmigración que se produjo en la República Argentina no escapa a ninguna de estas razones y condiciones. Buenos Aires representaba para los inmigrantes la posibilidad de cristalizar todos los sueños y aspiraciones a esa vida que buscaban afanosamente. “La Gran Aldea” de 1880, la “París de América del Sur” era en su imaginario el “Norte” tan buscado.
2 Garzón, Tobías Diccionario Argentino, Barcelona, Imprenta Elzeviriana de Borrás y Mestres, 1910.
4Por este motivo llegan masivamente, europeos de diferentes nacionalidades dispuestos a “hacer la América”. Tobías Garzón en su Diccionario Argentino2, define:
AMÉRICA.- Hacer uno la América. fr. Arg. Enriquecerse, labrarse una fortuna en la América un extranjero que ha venido pobre á ella.
3 Ciudad de Buenos Aires, Censos Municipales de. 1904 y 1909. Y República Argentina, Censo Nacional (...)
5La voz no define un continente, no hay precisiones geográficas; se puede inferir, en cambio, que el espacio posee las condiciones necesarias para alcanzar determinadas expectativas y, en segundo lugar, la condición económica de quienes llegan a Buenos Aires con esos fines. Además, y como complemento de esto último, la “empresa” tiene un carácter individual (Según los registros de los distintos censos nacionales y municipales3, el 73% de los emigrantes eran hombres y la mitad de ese porcentaje eran solteros, entre 15 y 30 años).
6A partir de estas afirmaciones, el trabajo se propone leer la condición del inmigrante italiano durante el período 1880-1914.
7Hay razones y condiciones que lo diferencian del resto de los extranjeros que hicieron de Buenos Aires, la “Babel de Sudamérica”.
8Se puede decir que las primeras tienen directas relaciones con la actitud que el estado italiano le solicita al ciudadano italiano, y las segundas con la recepción con que se encuentra el representante de esta nacionalidad.
4 G. Ceppi adopta el seudónimo de Aníbal Latino, y escribe Tipos y costumbres bonaerenses, en 1886.
9Las razones pueden explicarse a partir del Manualle dello Emigrante Italiano all’Argentina, de Giussepe Ceppi4, editado en Buenos Aires, en 1900, como estrategia de la política inmigratoria del Gral. Julio Argentino Roca, por aquel entonces, presidente por segunda vez, de la República Argentina.
10En sus páginas se declara lo siguiente:
Un consejo y una noble exigencia: Usted debe favorecer las importaciones de origen italiano; comprar solamente, cuando sea posible, nuestros artículos. Si así se hicieran todos los súbditos de cualquier país, el artículo italiano bajaría de precio y, mientras favorece a su patria, se favorece usted mismo.
11El reclamo, en el caso de este manual, se hace desde una visión patriótica; el uso del pronombre “nuestro” que reviste un nosotros inclusivo, niega al proceso inmigratorio esa característica de desarraigo que significó abandonar el lugar de origen. “Donde vaya usted seguirá siendo italiano”, parece decir esta publicación estatal itálica.
12La otra cara de la situación es el modo en que fueron recibidos los italianos. Y aquí juega un papel decisivo la lengua, la “Babel sudamericana” fracasará o, por lo menos, su clase dirigente reconsiderará el proyecto multicultural; y a diferencia de la torre bíblica, no hay un Dios que confunde las lenguas, sino una decisión política–ideológica de la clase dominante que, rápidamente se plasma en la población porteña.
13De este modo, los recién venidos fueron segregados, nombrados por una nacionalidad que en la mayoría de los casos no daba cuenta de su lugar de origen: rusos, polacos y judíos fueron los “rusos”; árabes y armenios formaron el conjunto de los “turcos”; los españoles, en general, “gallegos” y los italianos, como “tanos” o “gringos”.
5 Aunque en este punto es imprescindible señalar una diferencia esencial entre el sueño sarmientino (...)
14Como se verá, esta forma de segregación lingüística engloba a la inmigración que no estaba en los planes de Sarmiento, ni de Alberdi y ni de la Generación del ´805.
15No se verifica calificación peyorativa aunque sí un apelativo burlón para el francés o para el inglés, a quienes se denominarán “franchutes” y “misters” o “misteques”, respectivamente. La diferencia respecto del italiano radicó en la posición social que estas dos comunidades ocuparon, de inmediato, en Buenos Aires.
16La noción de lengua jugará, entonces, un papel fundamental como un patrimonio que se asimila al de nacionalidad. Reaparecerá la figura del “gaucho” con un perfil épico inusitado, frente al “extranjero”, que no estará dada por su identidad o país de origen, sino por su forma de hablar, por su incapacidad de comprender y comunicarse.
17Puede decirse que, salvo el español, el resto de los inmigrantes formarían el conjunto de los “incapacitados” para relacionarse, es decir, para integrarse a una sociedad con condiciones económicas y proyectos. Sin embargo, fueron los italianos los que sufrieron una segregación explícita. Fueron los “tanos” que, sin saberlo, se enfrentaron al “criollo”.
6 Ciudad de Buenos Aires, Censo Municipal de... 1909.
18Hay una razón que puede explicar esta forma de marginación: las comunidades española e italiana fueron las que llegaron masivamente, frente a las minorías migratorias de otros países europeos. La afirmación, aunque reiterativa, no es menor. Ya en vísperas de El Centenario, en 1910, la ciudad de Buenos Aires reconocía una población extranjera del 46%, porcentaje del cual, prácticamente la mitad eran italianos y un 25%, españoles6.
7 Armus, Diego: “Mirando a los italianos. Algunas imágenes esbozadas por la elite en tiempos de la (...)
19De manera muy perspicaz, Diego Armus lo señala en su trabajo: “Mirando a los italianos. Algunas imágenes esbozadas por la elite en tiempos de la inmigración masiva”7.
Sea por la fuerza de las cifras -más de seis millones de inmigrantes y algo más de la mitad de ese total radicado en forma definitiva-, sea por su significación en la vida cotidiana -desde el idioma hablado en la calle a las comidas-, tales comentarios revelan cuánto y cómo el fenómeno inmigratorio impregnó la Argentina inmigratorio. Se trata, en verdad, de referencias que dan cuenta de las lecturas y anotaciones con que algunos grupos de la elite discutieron los avatares y consecuencias de un impacto inmigratorio que, a un mismo tiempo, conformaba y alteraba a la sociedad toda.
Como inocultables evidencias algunas veces, como sugerencias apenas insinuadas otras, ese desordenado cuadro de imágenes y enfoques casi siempre expresó una parte del mundo, el interpretado o directamente vivido por quienes de uno o de otro modo se proponían dirigir la vida de la gente. Profesionales, políticos, funcionarios públicos de jerarquías, ensayistas, en fin, personajes vinculados en distinta medida al Estado o a los poderes fácticos, reflexionaron sobre la realidad poblacional y en ciertos casos sugirieron políticas demográficas.
20Así quedó conformada y manifiesta la oposición “Criollo” / los distintos “gentilicios” que designan al recién llegado, al extranjero. En especial respecto del italiano.
8 Díaz Salazar, Diego: Vocabulario Argentino, Neologismos: refranes. Frases familiares & usados (...)
21Díaz Salazar en su “Vocabulario Argentino8” (1911), organiza mediante la lengua una segmentación social:
Criollo, lla. Adj. Nacional; propio y peculiar de la Argentina.
Criollismos.m. Los criollos tomados en general. // Palabra, frase o giro peculiar de la Argentina.
Gallego, ga. S.m. y fem.fam. Español, cualquiera sea su lugar de nacimiento. Sólo se puede hacer una excepción cuando se trata de vascongados, a los que no se les llama, ni gallegos, ni españoles sino vascos.
Tano, nas.m. fam. Napolitano
Gringo, gas.m. y fem. fam. Aplícase a los extranjeros que hablan mal la lengua castellana. Dícese especialmente de los italianos.(las cursivas son mías).
9 Ya José Henández en el Martín Fierro daba cuenta del italiano, por ejemplo en: “Era un gringo (...)
10 Las estadísticas de analfabetismo entre los italianos que arrojan los distintos censos son las (...)
11 Eran agricultores el 28%, jornaleros, el 26%; albañiles y cocineros sumaban un 2%; igual (...)
12 Romero, José Luis: Breve historia de la Argentina, Buenos Aires,1979.
22A partir de este momento -en este trabajo- “gringo”9 es sinónimo de “tano”. Así el inmigrante italiano fue segregado por y desde la lengua. Aunque no fue el único motivo esta situación; la otra circunstancia que es necesario sumar es el aluvión “gringo”, analfabeto10 en su gran mayoría, que conformaba un colectivo dispuesto a cualquier forma de trabajo, con profesiones precisas11. Trajeron incluso, hasta una conciencia de gremio. Fue entonces cuando el trabajo agravó el enfrentamiento entre “criollos” y “gringos”. José Luis Romero lo explica con claridad en Breve historia de la Argentina12.
Aquella situación era explicable, porque el inmigrante comenzó a crear una economía en la que él predominaba, y quebraba con ella el sistema de vida en la que la masa criolla podía conservar su humilde dignidad y el modesto goce de su espontánea vida espiritual. Pero, puestas en contacto las dos formas de vida económica, la derrota era inevitable para la tradicional, el triunfo seguro para la nueva; de modo que fue despertando cierta hostilidad, que el criollo ponía de manifiesto en el sordo menosprecio con que llamaba gringo al inmigrante; porque, en efecto, el inmigrante desplazaba al criollo y creaba un nivel de eficacia económica que situaba a éste último en una posición inferior en lo económico, y, muy pronto, en lo social.
13 República Argentina, Tercer Censo Nacional de ... 1914, 10 vols. (Buenos Aires, 1916 – 4: 3-6).
23El Censo Nacional Argentino de 191413 ayudará a comprender lo anteriormente afirmado: el temor manifestado por la clase dirigente, pocos años antes. Ya celebrado El Centenario hay cifras lo suficientemente significativas.
14 La circunscripción 1°correspondía en el plano de la ciudad, a la sección 14°, denominada San (...)
15 Bordi de Ragucci, Olga: Cólera e inmigración 1880 –1900, Editorial Leviatán, Buenos Aires, (...)
24Los italianos poseían el 32% de todas propiedades urbanas en la ciudad de Buenos Aires. Pero el 41% de aquel porcentaje se concentraba en la circunscripción 1°14. (Zonas abandonadas debido a la fiebre amarilla de 1871 y a la epidemia de cólera de 1886, durante la presidencia del Dr. Juárez Celman.15).
25Se puede hablar entonces, de un menosprecio en un sentido amplio, que en el caso del italiano se verificará como forma de xenofobia en la vida cotidiana y en algunas obras literarias de la época. Como ejemplos bastarán mencionar los textos de Antonio Argerich: “¿Inocentes o culpables?” (1884), cuyo protagonista es Giuseppe Dagiore, de profesión fondero, que reúne las peores actitudes del “gringo”. Y en “En la sangre” de Eugenio Cambaceres (1887), cuyo protagonista Genaro, aunque argentino, mantiene y perfecciona los vicios de sus padres italianos, herencia que puede leerse en clave naturalista.
16 Latino, Aníbal: (1886) “ Buscando casa”, en Tipos y costumbres bonaerenses, Hypamérica, (...)
26Los italianos no poseen la lengua española ni el capital económico, razón por la cual son desplazados social y hasta geográficamente. Dicha situación la atestigua Aníbal Latino en uno de los tantos cuadros costumbristas que presenta como mero observador, en “Tipos y costumbres bonaerenses16”.
Un día me hallaba de visita en casa de una señora, dueña de una casa situada en la calle Maipú entre las de Corrientes y General Lavalle, desalquilada en aquel entonces. Cuando más distraídos estábamos, la sirvienta vino á decir que unos forasteros preguntaban por la casa.
- Hágalos pasar para el gabinete. Con permiso de vd., señor Latino; vengo al instante.
- Ud. es dueña, señora.
- Y como quiera que mi espíritu, al parecer reposado y tranquilo, pero en realidad turbulento é inquieto, no me permite estar ocioso dos minutos en parte alguna, levanteme detrás de la señora y me aproximé á la puerta del gabinete que estaba contiguo, para ver la catadura de los buscadores de casa. Cuando vi un hombre ya más que maduro, con sombrero de paja y vestido claro -estábamos en riguroso invierno- quemado por el sol, denunciando su travesía por el Océano; una señora que pudo y debió ser algo más simpática en algún tiempo, con un sombrero que estuvo de moda hace diez años atrás, y un traje que revelaba los adornos y combinaciones de la modista casera, y por último una niña de unos doce ó trece años, rubia y bella, pero no mucho más lujosamente, ni propiamente ataviada que sus padres, estuvo por soltar la carcajada, adivinando que esa gente novicia venían creyendo con la mayor candidez que se quedarían con la casa. Juzgué más provechoso, sin embargo, aplicar el oído, y enterarme de la conversación que referiré con su sabor original...
- Veniva por quella casa que lei ha nella calle Maipú – dijo mezclando al italiano las pocas palabras castellanas, que ya aprendido.
- Creo que no le convendrá el precio -contestó la señora ya escamada y adivinando, como yo, el error en que estaban aquellos italianos.
- Ma, chi sa... Che prezio ha?
- Noventa nacionales al mes.
- Novanta nacionales sono... ¿ma dica, non sono come quattro cento cincuanta francos...?
- Una cosa así.
- ¡Ma scusi, lei si equivoca, sicuro! ¿Debe voler dire all´anno?
- No, señor, al mes; por eso le dije que no le convendría. En Buenos Aires son muy caras las casas.
- Per Dio Santo!...exclamó el italiano mirando asombrado á su mujer y á su hija.
- A este punto no pude contener la risa y retíreme un poco para soltarla á mi gusto.
- No, non ci conviene - y se fueron.
- Me he acordado que á las dos y media tenía que asistir á una reunión y ya son las tres menos cuarto, doña Luisa. Otro día vendré más despacio. – Y salí detrás de ellos.
- Sacramento -iba diciendo mi hombre por la calle- ma non é possibile. Quella signora dev´essere troppo rica, ó non ci siamo piacciutti e per ció ci ha chiesto cosí raro.
- Pero vieron otras casas, y debió repetirse en todas la misma escena, á juzgar por las exclamaciones que yo les sorprendía al salir de ellas, porque empeñado en saber el resultado de aquellas pesquisas, seguíalos de lejos, aproximándome sólo cuando los veía salir de alguna casa. A medida que iban convenciéndose de su inocencia y de su engaño, iban alejándose del centro de la ciudad, en la suposición y esperanza de hallar en las afueras la anhelada baratura; pero por más que llegaron hasta Almagro, no pudieron acomodarse en parte alguna. Entonces, desandando poco á poco el camino, la emprendieron con las piezas: empezaron con tres, luego buscaron dos y por último, desesperados, rendidos, desfallecidos, dados á todos los diablos, renegando de América, se quedaron con una, cerca del mercado de Rivadavia en una casa de no muy buen aspecto, de esas que son un término medio entre los conventillos y las casas de familia de la clase media.
- Casos como este, ó parecidos, podría referir muchos.
27La cita, aunque extensa, ilustra la situación del ”gringo” en esta doble situación lingüística-económica.
28Para finalizar -sin olvidar el arco temporal 1880-1914-, y teniendo en cuenta que la propuesta excede las posibilidades de este trabajo, se puede concluir que los italianos fueron segregados por la carencia de dos capitales fundamentales. El capital económico que los limitaba desde la llegada a estas tierras, y que consiguieron -como el resto de las comunidades- con trabajo y sacrificio y e l capital lingüístico que no lograron adquirir sino a medias.
17 Garzón, Tobías: op.cit.
29Esto hizo sumar sumar a la incipiente cadena semántica denigradora, las voces “cocoliche” y “bachicha”. Tobías Garzón17 las define como:
Bachicha. s. m. fam. Arg. Extranjero ordinario, de baja estopa y que no es español. Dícese particularmente de los italianos. Tiene mucha afinidad este nombre con el tano. u.t.c.adj., calificando a gringo como expresión de encarecimiento.
Cocoliche. adj. Arg. Perteneciente al cocoliche.// s.m. Arg. Lenguaje híbrido que usan los extranjeros, particularmente los italianos ignorantes de nuestra lengua, en el que emplean voces muy incorrectas, macarrónicas y heteróclitas. // fam. Arg. Italiano18 que habla de este modo. (El subrayado es mío).
Para citar este artículo
Referencia electrónica
Raúl Illesca, « Ser « gringo » en Buenos Aires (1880-1914) », Amérique Latine Histoire et Mémoire. Les Cahiers ALHIM, 4 2002, [En línea], Puesto en línea el 20 mai 2005. URL : http://alhim.revues.org/index512.html. Consultado el 22 octobre 2009.
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EN 1914 MAS DE LA MITAD DE LOS HABITANTES DE ARGENTINA ERAN EUROPEOS!
EN 1914 MAS DE LA MITAD DE LOS HABITANTES DE ARGENTINA ERAN EUROPEOS!?
Casi la mitad de la población total de Buenos Aires en 1914 era extranjera. En un comienzo la demanda de mano de obra no era especializada pero con el desarrollo de la economía, mas obreros ferroviarios y portuarios y comerciantes e industriales era requeridos. Los subsidios de los pasajes de vapor, los salarios más elevados que en Europa y la alimentación más barata que ofrecía la Argentina hizo que muchos inmigrantes lograran una considerable movilidad social.
http://soko.com.ar/CBC/Soc_est/sociedad_y_estado_Luchini.htm
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EN 1914 MAS DE LA MITAD DE LOS HABITANTES DE ARGENTINA ERAN EUROPEOS!


Casi la mitad de la población total de Buenos Aires en 1914 era extranjera. En un comienzo la demanda de mano de obra no era especializada pero con el desarrollo de la economía, mas obreros ferroviarios y portuarios y comerciantes e industriales era requeridos. Los subsidios de los pasajes de vapor, los salarios más elevados que en Europa y la alimentación más barata que ofrecía la Argentina hizo que muchos inmigrantes lograran una considerable movilidad social.

http://soko.com.ar/CBC/Soc_est/sociedad_…

lunes, 19 de octubre de 2009

OBAMA BAILA CON THALIA

NOVARO OTRA VEZ SUELTO

LOS INSULTOS DE MARADONA

Cantante Gaspar Chiappetta demando a medios Argentinos (CASO CRISTIAN CASTRO)


El diseñador y futuro cantante de Argentina advirtio que prepara demandas contra los medios que lo injuriaron en el año 2008 y lo involucraron con el cantante Cristian Castro a nivel sexual,tambien remarco en una entrevista que el no estaba profugo como los medios dijeron y que su carrera de diseñador y artista de la cancion se fueron a pique por esas afirmaciones infundadas.

Confronting the Nazi legacy in Argentina - 28 Nov 07

domingo, 11 de octubre de 2009

BARILOCHE LA SUIZA ARGENTINA




Centro de Esqui en Cerro Catedral
En “la pequeña Suiza” se encuentra el centro de esqui mas importante de Argentina y seguramente de todo el hemisferio austral: el Cerro Catedral, ubicado a 20 km de San Carlos de Bariloche, recibe a los amantes de la nieve entre los meses de julio a setiembre. Otro centro de esqui es el Cerro Otto donde se practica esqui nordico, tambien conocido como esqui de fondo o cross country, dentro del circuito turistico obligado se encuentra la visita al cerro Tronador, cuya cumbre es un hito fronterizo entre Chile y Argentina, pasando por el lago Mascardi por el cual pueden realizarse paseos lacustres, y visitando el glaciar Ventisquero Negro en su base. Tambien es posible ascender hasta la cima del cerro Tronador, pernoctando en el camino en un refugio de montaña.

Lago Nahuel Huapi
Pero el resto del año, la amplia zona de montañas, lagos y rios centrada en Bariloche ofrece al turista atractivos suficientes como para no querer abandonarla nunca: pesca de salmon y de trucha, caza mayor y menor, caminatas, parapenting, vela, rafting (descenso en aguas rapidas), bicicleta de montaña y toda clase de actividades al aire libre en un clima altamente estimulante, con noches frescas y temperaturas diurnas templadas y sin una pizca de contaminacion ambiental. Ademas Bariloche cuenta con varias canchas de golf para quienes gustan de este deporte. La diversión continua por la noche ya que Bariloche cuenta con discotecas y un gran casino en donde se realizan importantes torneos internacionales de Poker, ademas se puede disfrutar de festivales de musica durante todo el año; si prefieres puedes ir de compras, encontraras ropa de lana y de piel, lo mismo que todo tipo de objetos de cuero, bisuteria mapuche, orfebrería y conservas de calidad. La gastronomia es variada y a base de carne de res a la parilla, salmon, trucha, jabalí, pates, queso, etc que las podras disfrutar en sus muchos restaurantes y si te gustan los dulces hay innumerables establecimientos de venta de chocolate. En cuando al hospedaje seguramente encontraras el hotel que mas te agrade. Excelente.
El director de documentales Daniel Wagner nos lleva a un paseo lacustre por el lago Nahuel Huapi, pasando por la isla Victoria y recorriendo el bosque de arrayanes.

ARGENTINA EL MAYOR PROCESO INMIGRATORIO DEL MUNDO


Entre 1870 y 1914 Argentina fue el país que más inmigrantes recibió -europeos en su mayoría- respecto de la población local, y el segundo después de Estados Unidos, en números absolutos. La población creció cuatro veces y media: pasó de 1.736.800 habitantes en 1869 a 7.885.237 en 1914.
Terminadas las guerras interiores, conquistado el desierto y alambrada la pampa, desapareció el centauro indomable llamado gaucho y nacieron sus hijos de poca alcurnia: el peón de estancia en el campo y el compadre y el compadrito en el arrabal. Las enormes extensiones que esperaban ser cultivadas re querían mano de obra y se aceptó la tesis de Juan Bautista Alberdi: "gobernar es poblar”.
Pero es conveniente recordar que esta consigna no era nueva. Cuando se había iniciado el proceso de la Independencia los argentinos sumaban menos de un millón de personas. El país estaba vacío.
Ya el 4 de septiembre de 1812, se firmaba el primer decreto para el fomento de la inmigración; esa fecha se celebra ahora como el “Día del Inmigrante”, aunque pocos saben por qué. No hubo en América latina otro país tan decidido a recibir gente como la Argentina. En 1824 Bernardino Rivadavia creó una Comisión de Inmigración y destinó el antiguo convento de la Recoleta para albergar durante quince días a los recién llegados. En 1853 la flamante Constitución Nacional aseguró beneficios “para todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino”. En 1870 se inauguró el Asilo de Inmigrantes sobre la calle Corrientes, junto a los muelles. Y poco después Nicolás Avellaneda firmó la ley 817 de Inmigración y Colonización, por la cual los inmigrantes debían ser alojados durante unos días y ayudados a conseguir trabajo.
Marcos Aguinnis, en 'LA CANTERA MIGRATORIA', escribió:
“En la época de la Independencia, apenas sumábamos unas cuatrocientos mil personas. Pero el censo de 1914 nos reveló crecidos ¡hasta los 8 millones! Ingresaban por año más de 90.000 almas, cifra sin precedentes par un conjunto receptor tan reducido. Era una oleada que hizo trepidar los cimientos políticos, económicos y culturales del país”.
Además de ser la Argentina el país que más inmigrantes recibió, en términos relativos, tiene otro record: el de los inmigrantes que se vuelven a su país de origen. Aguinnis señala:
“Algunos españoles e italianos retornaron al puerto de Buenos Aires luego de visitar el nostalgioso terruño y llenar de obsequios a los parientes pobres que allí quedaban. Entre el ir y el venir, sólo la mitad de los inmigrantes prefirió quedarse en Argentina. TENEMOS QUE DIGERIR ESE AMARGO DATO: ALREDEDOR DE TRES MILLONES DE INMIGRANTES, AL CABO DE INSOPORTABLES PENURIAS, SE FUERON PARA SIEMPRE”.
Por otro lado, en los EE. UU., por ejemplo, se presupone que los inmigrantes quieren hacerse ciudadanos cuanto antes. Los sentimientos populares en este sentido son tan fuertes que incluso los turistas pueden ser molestados por personas interesadas en saber cuándo piensan en transformarse en buenos norteamericanos. Esta actitud no es la argentina. De los más de seis millones de inmigrantes que vinieron para quedarse entre 1860 y 1930, sólo uno de cada veinte –una proporción irrisoria- se naturalizó.

ARGENTINA BLANCA,ARGENTINOS BLANCOS,











Índice
Introducción
En las cuatro primeras décadas del siglo XIX el problema para los hombres políticos no era cuantas personas venían al país sino cuantas faltaban dentro. Porque a los inmigrantes los llamaron.
Entonces, el fenómeno de la inmigración debe entenderse desde sus dos extremos. Su tierra los expulso pero el nuevo mundo los convoco masivamente con promesas de bienestar y fortuna. Su llegada solucionaba parte del problema de superpoblación y pobreza europea y se suponía que contribuiría a poblar este inmenso y desierto continente.
Los principios liberales pensaron la inmigración y la plasmaron en la constitución de 1853, que llamaba definitivamente a la GRAN inmigración convocado “A todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino”; lo que queda aun más claro en el articulo 25 de las constitución de 1953.
Domingo Faustino Sarmiento y Juan Bautista Alberdi lideraron este pensamiento, afirmando que “La falta de población era la fuente de todos nuestros males”. “¿Qué nación podía crecer y modernizarse sin brazos laboriosos entendiendo que el indio y el gaucho, representantes de fuerzas bárbaras, quedaban descalificados?”.
El inmigrante debía convertirse en punta de lanza para modernizar el país, enmarcado en un estado liberal que no controlaría de ninguna manera la entrada de capitales extranjeros, que se complementaba con la llegada de mano de obra. Eran brazos para trazar los surcos para la agricultura y los picos y las palas para extender las vías ferroviarias.
Las puertas abiertas
A partir de las conclusiones obtenidas por un censo hecho por Sarmiento, se tomaron numerosas medidas para fomentar la inmigración.
El sueño de Sarmiento era la llegada de inmigrantes europeos cultos y deseosos de aprovechar las oportunidades de un país en crecimiento. El quería imitar el modelo de inmigración norteamericano; sin embargo, la mayoría de los inmigrante que vinieron al país era pobres e iletrados, situación favorecida por la legislación de la época. Ya la constitución de 1853, la promovía al declarar que “el gobierno federal fomentara la inmigración europea; y no podrá restringir, limitar ni grabar con impuesto alguno la entrada en el territorio argentino de los extranjeros que traigan por objeto labrar la tierra, mejorar las industrias e introducir y enseñar las ciencias y las artes”. En un principio se les daba facilidades a los inmigrantes, pero no se les garantizaba la posesión de las tierras que trabajaban. La situación comenzó a regularizarse en 1875, cuando se creo la Comisión general de Inmigración, y, en 1876 se dicto la ley Nº 761, llamada Ley de Inmigración y Colonización.
De lejanas naciones
Entre 1871 y 1915, la Argentina recibió casi 5.000.000 de inmigrantes europeos, originarios de pueblos y culturas diversas. Los principales pueblos o grupos étnicos que llegaron a nuestro país fueron italianos, españoles, franceses, sirios-libaneses, ingleses, alemanes, armenios, rusos, polacos, suizos y galeses. También vino un Nº importante de judíos, quienes habitaban en distintos países de Europa. Los italianos fueron los mas numerosos: alrededor del 50 % d toda la masa inmigratoria: Y esta es una de las razones por la cual, mas tarde, iban a ocupar un lugar destacado dentro de la vida económica y cultural del país. A los italianos les siguieron en importancia los españoles: alrededor de un 20% del total. Sin embargo, los adelantados fueron ingleses, galeses, alemanes y suizos que arribaron con anterioridad a 1860, aunque en grupos muy pequeños.
Rusos: Se distinguen de los otros grupos por su ingreso tardío y por las diferencias de lenguas (árabe, ruso) y de religión (judía, musulmana, ortodoxa) y sus costumbres. Llegaron a nuestras pampas de distintas regiones de la Rusia de los Zares. Muchos de ellos eran agricultores y comerciantes.
Españoles: Vinieron un poco más tarde que los italianos. Provenían principalmente de Galicia, Asturias, El País Vasco, Cataluña y castilla.
Turcos: Un grupo poco numeroso. Por error también se los considero turcos a muchos árabes, que arribaron a la Argentina con pasaporte de Turquía.
Italianos: Estos conformaron el grupo más numeroso. Por su número, sus industrias, sus comercios, sus capitales y sus profesionales; ocupaban un lugar prominente en la vida económica y social de la ciudad de Buenos Aires. También era muy importante este grupo en Santa Fe y Rosario. Hasta 1894, el mayor número provino del norte de Italia. Mas tarde, el grueso de los contingentes llego desde el sur de ese país.
Alemanes: no fueron muchos, pero en general tenían cierta instrucción profesional y medios económicos. Venían de Alemania, Austria y de las colonias alemanas del Volga.
Judíos: no venían de un país sino de varios, ya que entre 1850 y 1930 (periodo de la gran inmigración) este grupo étnico no tenia aun un estado constituido.
Porcentajes
El censo nacional de 1869 dio el siguiente resultado con respecto a las principales colectividades extranjeras radicadas en Argentina:
Italianos 71.442 3.90% del total
Españoles 34.080 1.8% del total
Franceses 32.383 1.7% del total
Ingleses 10.709 0.6% del total
En el censo nacional de 1895 se mantuvo el mismo orden con las cifras que siguen:
Italianos 492.676 12.4% del total
Españoles 198.685 5% del total
Franceses 94.098 2.3% del total
Ingleses 21.788 0.6% del total
En el censo nacional de 1914 se observa el siguiente resultado:
Italianos 929.863 11.7% del total
Españoles 829.701 10.5% del total
Rusos/Judíos 93.701 1.18% del total
Uruguayos 86.428 1.09% del total
Franceses 79.491 1% del total
Flujos de Inmigración
Años
Italia
España
Francia
Gran
Bretaña
Australia
Suiza
Alemania
Bélgica
Rusia
Holanda
Portugal
Dinamarca
N. América
Suecia
Varias
Total
1877
7556
2700
1996
808
57
340
303
83
832
14675
1878
13514
3371
2025
789
901
533
387
75
2029
23624
1879
22774
3422
2149
783
1760
717
490
78
544
32717
1880
18416
3112
2175
588
879
581
445
57
290
26643
1881
20506
3444
3612
1149
490
635
591
140
22
25
98
31
81
23
584
31431
1882
29587
3520
3382
826
672
943
1128
183
26
5
108
11
226
16
408
41041
1883
37043
5023
4286
891
1056
1293
1388
383
28
9
136
37
103
41
755
52472
1884
31983
6832
4731
1021
1329
1359
1261
175
13
40
182
45
75
24
553
49623
1885
63501
4314
4752
1104
1982
1094
1546
973
31
34
374
36
104
33
741
80618
1886
43328
9895
4662
1682
1015
1284
1131
479
918
48
153
152
171
53
684
65655
1887
67139
15618
7036
1038
2498
1420
1333
839
955
67
331
165
98
94
267
98898
1888
75029
25485
17105
1426
2333
1479
1536
3201
512
68
209
226
119
60
1483
130271
1889
88647
71151
27173
5967
4225
1571
2599
8666
1332
4007
160
394
117
269
2466
218744
1890
39122
13560
17104
1108
1918
959
1271
762
318
395
119
375
106
126
572
77815
1891
15511
4290
2915
272
263
352
832
241
2953
4
44
101
51
31
406
28266
1892
27850
5650
2115
224
552
364
785
146
1623
26
93
61
60
8
416
39973
1893
37977
7100
2612
273
685
546
748
233
966
27
192
99
72
38
499
52067
1894
37699
8122
7107
385
440
516
971
248
3132
18
200
99
79
42
662
54720
1895
41203
11288
2448
329
549
465
1067
211
2336
36
178
115
46
62
893
61226
1896
75204
18051
3486
429
963
679
1032
318
575
61
219
126
79
52
1399
102673
1897
44678
18316
2835
562
1768
390
987
207
617
31
195
111
94
42
2145
72978
Total
838267
244264
120706
21654
26335
17520
21831
17698
16357
4901
2991
2184
1681
1014
18727
1356130
La tierra prometida
Los inmigrantes encontraron un país con inmensos recursos naturales, pero que no estaba organizado par recibirlos. Tuvieron que trabajar muy duro.
Muchos inmigrantes, poco después de bajar de los barcos, se erradicaron en la provincia de Buenos Aires y en el Litoral. En estas regiones, la activad agricolo-ganadera recibía un fuerte impulso por la expansión del ferrocarril y la apertura de puertos. Fue así como en Santa Fe y Entre Ríos se instalaron colonos suizos, alemanes, franceses, además de italianos y españoles. Los polacos, los ucranianos y los austriacos eligieron Misiones.
Los judíos, entre tanto, formaron colonias en Entre Ríos, La pampa, Buenos Aires y Santa Fe. Los galeses se aventuraron mas allá de La Pampa húmeda y, desafiando el clima y a los indios de la Patagonia, se asentaron en la provincia de Chubut. Cada zona del país ofrecía algún incentivo para la radicación de los inmigrantes, por ejemplo, la vitivinicultura de Mendoza y San Juan o la explotación de la caña de azúcar en Tucumán.
Para muchos inmigrantes, un problema más serio que la falta de ubicación y trabajo era la barrera creada por el idioma. Rusos, polacos, alemanes, entre otros, sufrieron el aislamiento causado por las diferencias idiomáticas.
Los inmigrantes y la vida cotidiana
Los grupos nacionales, en la primera generación, conservaron su personalidad, mantuvieron sus pautas matrimoniales (tendieron a casarse entre ellos, es decir, endogámicos), defendieron sus intereses (cada grupo poseía por ejemplo, su banco, su hospital). También se nuclearon según su procedencia en diversas asociaciones que tenían múltiples objetivos: la enseñanza del idioma de origen, le beneficencia, las actividades deportivas y, fundamentalmente, la ayuda mutua (salud, educación) en aspectos esenciales que el Estado argentino no les brindaba. A mediados de 1850 surgieron las primeras asociaciones de ayuda mutua en Buenos aires: la Asociación Francesa (1854), la Sociedad Española de Socorros Mutuos (1875) y Unión e Benevolenza (1858). Hacia 1890 existían en la capital más de 70 asociaciones de este tipo y alrededor de 150 en todo el país. Los hospitales étnicos también surgieron como respuesta a la ineficiente política del Estado. El Hospital Británico, el Francés y el Italiano funcionaban desde la segunda mitad del silo XIX.
En la Capital
El centro de la ciudad, por 1880 tenía como límites, la Catedral, las parroquias de Monserrat, San Miguel, San Nicolás y La Piedad; con suburbios que se extendían hacia San Cristóbal, Balvanera, Miserere, Socorro, Pilar, Palermo, San Telmo, Concepción, San Juan Evangelista y Santa Lucía (Jorge Rivera. Diario Clarín 1983). Un tercio de los inmigrantes que llegaron al país se quedaron en Capital Federal. Los italianos, en su mayoría, eligieron la Boca y barrios periféricos, mientras que los españoles se inclinaron por barrios como Monserrat, San Cristóbal, San Nicolás y Constitución. Los sirios y libaneses se agruparon en Retiro, y los judíos y rusos en la zona Norte de Balvanera, cerca de Once. Los criollos prefirieron Flores y Palermo. Todos los estilos arquitectónicos (influencia española en Avenida de Mayo, y francesa en Recoleta), la moda, los géneros teatrales (la ópera y el melodrama para los italianos, a zarzuela para los españoles), las comidas, las religiones (ortodoxa, musulmana, judía y católica) se entremezclaban en la Metrópoli más grande de América del Sur a principios de siglo. Buenos Aires no era producto de la industrialización, sino de la inmigración.
Los galeses
Llegaron en pequeños grupos en 1865 y se instalaron en Puerto Madryn. Buscaban un lugar en el mundo donde poder hablar solamente Gales y practicar sus costumbres, lejos de Gran Bretaña. El gobierno de nuestro país aceptó que estos grupos nacionalistas se erradicaran en la Patagonia y usaran su lengua natal, pero con la bandera Argentina como su único emblema.
Europa en Argentina
Los españoles traen sus guisos, los italianos sus pastas. Aparecen ya hacia 1872 las romerías españolas, con que se festejan las fiestas de la Virgen y se realizan al aire libre, en el Palermo de antaño. Los italianos traen su gusto por la ópera, que tiene entre ellos difusión popular. Se instalan orfebres. Los obreros franceses, en general galponeros, han venido para colaborar en la instalación de grandes fábricas, e imponen sin querer la moda del llamado pantalón a la francesa, que adoptará el obrero del país.Los ingleses llegan para trabajar en el trazado de los ferrocarriles. Trajeron con ellos su saber, sus costumbres, su idioma. Y en la nueva Patria recrearon aquella que dejaron para siempre. Los inmigrantes contribuyeron al progreso de la Argentina, a la que le dieron el carácter de “País Europeo de Latinoamérica”. A su llegada encontraron que ya había una cultura y una organización política y social. Pero el aporte que ellos hicieron produjo cambios decisivos en las costumbres, la economía, el arte, las ciencias, la constitución racial y hasta el idioma. El chacarero italiano levanto su casa, planto sus sauces y paraísos y modifico el aspecto del campo. El español, por lo general, no se dedicó a la labranza de la tierra: empezó como peón de almacén hasta que pudo independizarse y poner el suyo. El sirio-libanés y el turco trashumante recorrieron los caminos vendiendo hilos, peines y géneros. Por las calles de la ciudad comenzaron a oírse palabras como “cana”, “chabón”, “laburo”, “milonga”, “guita”, etc. El “lunfardo” (ladrón) una jerga marginal, se estaba arraigando al idioma local, el castellano, que nunca mas fue el mismo. Nació en las cárceles como un lenguaje en clave. Los presos lo empleaban para que los guardias no entendieran lo que hablaban entre ellos.
Cosas del Fútbol
Con los extranjeros llego a estas tierras lo que pronto se convertiría en una pasión nacional: el fútbol. Y los encargados de contagiarnos el amor por ese deporte fueron sus inventores, los ingleses, quienes solían jugarlo cerca de sus lugares de trabajo mas frecuentes: los puertos y las estaciones de tren. Por eso, la mayoría de los clubes mas antiguos tienen palabras inglesas en sus nombres: Quilmas Athletic Club, Banfield, River Plate, Racing Club, Newell´s Old Boys…También vinieron términos que después se castellanizaron como offside (orsai), Center Half (centrojás), Penalty (penal), o referee (referí). Pero pronto, el fútbol dejo de ser exclusivo de “esos locos ingleses” y se ganó los corazones de los criollos, y también de otras comunidades de inmigrantes. Algunos fundaron clubes que representaban a sus países de origen como Deportivo Español, Sportivo Italiano, Deportivo Armenio y Boca Juniors, club que aglutina a los xeneizes, palabra que quiere decir genoveses en ese dialecto.
Hotel de Inmigrantes
Se construyo con el fin de recibir y alojar a los inmigrantes, hasta que se les consiguiera empleo y un hogar definitivos. Era un complejo conformado por diversos pabellones con funciones específicas vinculadas a los inmigrantes: su desembarco, atención médica, servicios, alojamiento y traslado. También funciona allí una oficina de trabajo, donde se tomaban los datos laborales del inmigrante para tratar de conseguirle un empleo idóneo. El hotel contaba con una oficina que confeccionaba las células de identidad de los inmigrantes, en la planta baja funcionaba una sucursal del Banco de la Nación Argentina, donde los inmigrantes cambiaban divisas.
El Hotel contaba con un hospital, equipado con los elementos mas modernos de su época que se encargo de atender a los miles de inmigrantes que llegaban con enfermedades vinculadas a las vicisitudes de viaje, la mala alimentación y la pobreza. El alojamiento gratuito se extendía por 5 días pero podía prolongarse en los casos que hiciera falta.
El conventillo
Hacia 1880, el centro de la ciudad se ubica en los alrededores del puerto y por eso en un principio fue el sitio mas propicio para que se instalaran los inmigrantes. Pero al quedar abandonados los caserones del sur de la ciudad a raíz de las epidemias de fiebre amarilla y de cólera, muchas familias se albergaron en esas enormes casas, con un patio central, y donde compartían la vida cotidiana. San Telmo, Monserrat y San Cristóbal fueron los barrios donde estuvieron los primeros conventillos, pero, de a poco, empezaron a construir casitas de madera y de chapa en las orillas del riachuelo y en los alrededores del Hotel de Inmigrantes. Así surgieron los conventillos o “cuarteles”, que fueron retratados por muchos escritores y poetas. También en él se podían encontrar los más variados oficios, estaban los sacrificados obreros que no tenían horas de descanso, estaba la lavandera, la cocinera, la costurera, la mujer que de sol a sol trabajaba, así como estaba el hombre y la mujer de la noche. Así lo describía A. Patroni en 1998: “El conjunto de piezas, mas bien que asemejarse a habitaciones, cualquiera diría que son palomares, al lado de la puerta de cada cuarto (donde viven 4 0 5 personas), amontonados en completo desorden, cajones que hacen las veces de cocina, tinas de lavar, receptáculos de basura, en fin, todos los enseres indispensables de una familia, que por lo reducido de la habitación tiene que quedar a la intemperie”.
¿Por qué vinieron?
Las razones que atrajeron a tantos inmigrantes a la Argentina son variadas, pero casi siempre tuvieron que ver con conflictos sociales y económicos. Entre fines del siglo XIX y principios del XX, en Europa se sucedieron guerras y crisis políticas y económicas que obligaron a muchos de sus habitantes a emigrar. L baja de salarios, el desempleo, las persecuciones políticas fueron algunos de los motivos. Por entonces, en Europa, se producía una fuerte modernización tecnológica conocida como la Segunda revolución industrial. Que tendía a disminuir la demanda de mano de obra. La poca fertilidad de los campos, que mermaba la producción de cereales, empeoraba la situación. Así, las tierras comenzaron a quedar despobladas. Muchos europeos ya miraban hacia América y especialmente hacia Argentina, una nación promisoria, tan naturalmente rica como desierta.
Nuestro país conoció dos tipos de inmigrantes, los que llegaron para radicarse definitivamente y los golondrinas. Llamamos “inmigración golondrina” a aquella que limitaba su acción en el país a las tareas de cosecha y similares; de allí que solo puede hablarse con propiedad de “golondrinas” con referencia a inmigrantes posteriores a 1895, época en que la agricultura tomo jerarquía realmente importante.
De Aquí y de Allá
A partir de la década de 1950, Argentina recibió una importante inmigración procedente de los países limítrofes y también, del sudeste asiático. Muchos de los bolivianos, paraguayos, brasileños y chilenos que ingresaron a nuestro país eran de bajo nivel socioeconómico. No encontraron un territorio a colonizar, como los inmigrantes europeos, pero por su condición de extranjeros, con escasa calificación laboral, tuvieron que hacer trabajos realmente duros y recibir salarios muy bajos. En la actualidad, debido a la profunda crisis que vive la Argentina, muchos de estos inmigrantes, que vinieron en busca de una mejor calidad de vida, deciden regresar, desesperanzados, a sus países de origen.
Con la llegada de los inmigrantes europeos, en la tierra del gaucho se produjo un choque de culturas. Muchas veces el gaucho no vio con buenos ojos a los inmigrantes; no sabían domar un potro ni lanzar una res. No estaban habituados a los desafíos de la desolada llanura y muchos menos a vérselas con los indios. Pero los inmigrantes tenían conocimientos que para las pampas argentinas eran de avanzada. Sabían trabajar la tierra, conocían diversos tipos de maquinas que funcionaban a vapor, tenían un concepto de la urbanización. Muchos eran artistas, y cada uno de los grupos étnicos tenía su propio gusto por la cocina. El arte del buen comer fue tan modelador de nuestra tradición, como la música, la religión, los dialectos o la tecnología. Y si hubo un lugar en el que los sabores se mezclaron con deliciosos resultados, ese fue el conventillo, donde las pastas, la pizza y los guisos se fueron haciendo tan populares como la música arrabalera del tango.
Como los inmigrantes españoles e italianos fueron mayoría a la hora de poblar la Argentina, muchos de sus usos y costumbres pasaron a formar parte de la sencilla cultura nativa.
Mapa de población
A partir de mediados del siglo XIX y hasta 1930, la población creció rápidamente por la gran afluencia de inmigrantes. En 1869, la población de nuestro país era de 1.737.100 habitantes. En 1914 (45 años después), el numero de pobladores era de 7.885.327. Y 33 años mas tarde (en 1947) de 15.893.827. Este marcado aumento se debió a dos factores: la inmigración y el crecimiento vegetativo, que es el balance entre el número de nacimientos y el de defunciones. En el mapa de esta página vemos como esta distribuida la población en nuestro país y cual es su densidad, es decir, la cantidad de habitantes por kilómetro cuadrado.
Clasificación de los inmigrantes
Según sus características más significativas; no se trata, no, de tipificar, sino de preceder la síntesis de un análisis aclaratorio:
Pobladores
Llamados
Artífices, jornaleros y profesionales
Colonos
Medieros
Braceros Y trataremos ahora de señalar las peculiaridades correspondientes a cada uno:
Pobladores Incluimos aquí a aquellos inmigrantes que, poseedores de bienes más o menos considerables, llegaron al país con el propósito de aprovechar las inmejorables condiciones agropecuarias de nuestros campos, aventurándose en el entonces llamado “desierto” alentados por la esperanza de lograr pingües beneficios. Los “pobladores” llegaban aquí, por lo común, sin destino fijo, pero seguros de que en alguna parte de este vastísimo territorio hallarían un lugar apropiado, aunque para hallarlo tuvieran que “llegar al límite de la civilización en busca de fortuna”. Los pobladores, equivalentes a estancieros de frontera, poseían bienes más o menos considerables.
Llamados Estos inmigrantes llegaban aquí por expreso interés de pobladores o de comerciantes ya instalados. No hemos incluido a los comerciantes en esta clasificación, porque en general pasaban a tal condición los llamados, cuando no se instalaban por cuanta propia como pobladores o estancieros al cabo de unos años de practica. Los grandes capitales eran subsidiarios de importantes instituciones vinculadas a consorcios financiaron de Europa, sobre todo ingleses y franceses. Los antiguos comercios locales fueron en buena medida adquiridos por inmigrantes que habían logrado estabilizar su posición (la burguesía criolla no se dedicó al comercio, pues se consideraba mas o menos desdorosos), y estos llamaban a sus parientes y allegados de ultramar ofreciéndoles en sus casas empleos y porcentajes en las utilidades, de manera que en poco tiempo estos llamados se instalaban por cuenta propia, sobre todo en localidades del interior. Seguramente los españoles fueron los más activos “llamadores” de compatriotas. Las posibilidades que se abrían aquí eran enormes para un hombre sagaz, que de simple empleado pasaba muy pronto a administrador, partícipe de los beneficios y hasta socio; un día, por fin, probaba fortuna instalándose por su cuenta, con el aval de quienes, por experiencia, podían confiar en sus excelentes cualidades de hombre de empresa. Los comerciantes, poco antes “llamados” de sus lares, reunieron en su torno a otros connacionales que ahora “llamaban” ellos, y poblaron con humildes tiendas la campaña de Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Jujuy y aun la Rioja, Catamarca y Córdoba, boliches que poco a poco transformaron a sus dueños en propietarios de grandes comercios, fábricas textiles o establecimientos de campo. Esto, claro está, no es exclusivo de la colectividad sirio libanesa del noroeste argentino, el mismo origen tienen casi todos los grandes almacenes de ramos generales del interior pertenecientes a miembros de las colectividades española, italiana y alemana.
Artífices, jornaleros y profesionales Llegaron aquí para realizar tareas específicas: ingenieros, arquitectos, agrimensores, topógrafos, técnicos diversos, carpinteros, chapistas, talabarteros, torneros, electricistas, constructores, sobrestantes, albañiles… Nada de eso había aquí, y hubo que traer todo de Europa para las necesidades emergentes del tendido de ferrocarriles, las instalaciones de obras sanitarias, la construcción del puerto de Buenos Aires, los caminos, el telégrafo, los edificios y demás obras públicas. No sólo vinieron obreros, sino también profesionales de rango destacado; la mayoría de éstos fueron franceses, en tanto lo francés sonaba aquí, por la época, a quintaesencia de la civilización. El crecimiento prodigioso de la Argentina en esos años obligó a extender también hacia el interior innumerables actividades hasta entonces muy poco desarrolladas. Profesionales, jornaleros y artífices que en Europa tenían muy pocas perspectivas integraron también la ola inmigratoria y distribuyeron a lo largo y ancho de nuestro país, creando la clase media y quedándose con prácticamente todas las tareas urbanas.
Colonos Roberto Schopflocher ha sintetizado bien esta tarea de colonización planificada, hecha a base de contratos de colonización. Si bien tales contrataciones se iniciaron en la época de Rivadavia, o aún antes, sólo a partir de la promulgación de la Ley Avellaneda puede hablarse seriamente de un plan mas o menos coherente, concreto y posible de colonización. Los proyectos de colonización contratada se iniciaron prácticamente en los albores de la independencia, a base de las pautas dadas por Belgrano desde su cargo de secretario del Consulado; pero luego declinaron considerablemente para ser restaurados en la sexta década del siglo XIX, en que se renuevan los retoños ideológicos de la generación del 37, adormecidos pero con vida latente, por espacio de 20 años. Ya hacia 1849 Urquiza había iniciado en Entre Ríos un movimiento inmigratorio con fines de desenvolvimiento agrícola. Después de Caseros se intensificó el apoyo a la inmigración. Para 1857, Entre Ríos contaba con 12.000 colonos contratados y se inició el cooperativismo, destacándose el éxito de la celebre colonia San José, donde el colono debía residir obligatoriamente en la chacra y trabajarle en persona.
Algo similar se hizo en Corrientes por iniciativa del doctor Augusto Brougnes, quien convino con el gobernador Pujol un plan de colonización destinado a poblar la provincia con 40.000 trabajadores del mediodía de Francia en el término de 6 años. A comienzos de 1855 llegaron los primeros inmigrantes que se desenvolvieron con óptimas perspectivas. En 1865, sin embargo, nada quedaba del proyecto de Brougnes, pese a que la confederación había avalado los compromisos de la provincia. Solo después de 1875 se reinicio en Corrientes la actividad colonizadora.
Índice significativo de estos planes colonizadores es la estupenda colonia Esperanza, iniciada en 1856 con 840 inmigrantes, en condiciones mas o menos similares a las de los contratos de Corrientes y Entre Ríos; pero aquí había una diferencia importante: la entidad cuyo personero era Aarón Castellanos recibía como pago por sus gestiones nada menos que la tercera parte de las cosechas de los colonos por cinco años. Los colonos de Esperanza y demás villas santafesinas estaban sobre la frontera. Sus ranchos se levantaban en los esquineros de las chacras, a fin de formar un frente relativamente compacto contra los ataques de los indios, que se repitieron inexorablemente hasta la terminación de las campañas al desierto chaqueño, hacia 1884. A partir de entonces, la paz fronteriza atrajo a millares de inmigrantes, produciéndose la llamada “fiebre de colonización” en la zona oriental del río Salado.
En el sur patagónico, el primer establecimiento de colonias se remonta a 1865, con un centenar y medio de galeses que llegaron a las proximidades de Puerto Madryn, y se internaron a unos pocos kilómetros sobre el valle del río Chubut, reuniéndose en aldeas próximas. Allí, alejados de todo otro centro y con absoluto desamparo oficial, establecieron sus propias instituciones más o menos a la manera del sistema colonial norteamericano. La atención estatal fue casi nula, hasta que el coronel Fontana tomó a su cargo el gobierno del territorio y penetró hacia el oeste estableciendo algunas colonias en el centro del continente sobre la Cordillera. Por esta misma época (1885) se organizaron también las asociaciones cooperativas entre los colonos galeses.
También a fines de siglo, se inició en el Litoral (y luego se extendió hacia el noroeste, hasta Santiago del Estero) la colonización judía propulsada por el barón Hirsch a través de la Jewish Colonization Association, sociedad anónima fundada en 1891 con un capital de 2.000.000 libras esterlinas. Este formidable esfuerzo financiero obedecía a la intención de establecer en el Litoral argentino un firme núcleo judío para luego transformar la zona en un Estado de Israel; tal proyecto debió abandonarse en 1897, por haber sido rechazado en el Primer Congreso Sionista reunido ese año en Basilea. A esas colonias financiadas por Hirsch llegaron muchísimos judíos rusos que abandonaron sus lares ante las restricciones impuestas por el zar Alejandro III. Poco antes se habían instalado en otras partes del litoral llamados “rusos alemanes”, grupos de cristianos anabaptistas (menonitas) emigrados también de Rusia por la xenofobia y el rigor religioso del gobierno alejandrino.
Un caso curioso de minifundio se dió en Colonia Caroya, próxima a Jesús Maria (Córdoba), cuyo establecimiento se originó con una ley provincial. El éxito fue notable, y comenzaron muy pronto las subdivisiones de lotes, resultando muchos propietarios-colonos con predios de apenas dos o tres hectáreas, en las que realizaron cultivos múltiples y actividades muy diversificadas. Así proliferó la granja en diversas expresiones que hoy son famosas. También tuvo allí notable éxito el cultivo de la vid americana y la intensidad de estos cultivos posibilitó el establecimiento de una industria vitinícola local y “casera” que dió excelentes resultados.
La colonización misionera estuvo en manos de alemanes, polacos, suizos, franceses y dinamarqueses; también se radicaron allí algunos descendientes brasileños de los colonos alemanes establecidos en Río Grande do Sul. Originariamente, la producción se orientó hacia la yerba mate pero como las plantaciones de yerba mate demoran 5 años en dar beneficio, los colonos destinaban parte de los predios a la producción de tabaco. Además, cada colono tenia en su predio algunos cerdos que cuidaba para cría o engorde, y esto representaba una importante entrada auxiliar. Tras la Ley de Avellaneda y el paulatino avance de las fronteras meridionales, se fueron estableciendo colonias en tierras otrora de indios, como Victoria y General Ancha en La Pampa, y Pringles en Río Negro y quizá la última colonización sistemática haya sido la del valle del Río Negro, creadora de esa maravilla prepatagónica poblada hoy de frutales, maderas e industrias.
Medieros Algunos estancieros bonaerenses tuvieron inconvenientes para sembrar miles de hectáreas de alfalfa y dieron en seguida una solución mucho más efectiva, barata y práctica: “La tierra se divide previamente en potreros alambrados y en seguida se subdivide en lotes amojonados y numerados sin alambrado intermedio. Estos lotes se arriendan a chacareros e italianos con elementos y recursos propios, a razón de $ m/n 4 la hectárea, por el término de tres años, con la obligación de dejar el terreno sembrado con alfalfa al finalizar el contrato, siendo a cuenta del establecimiento proporcionar la semilla de alfalfa”. Y así lograron, en tres años, tener miles de hectáreas alfalfadas, al costo de $10 por hectárea, liberándose de todos los graves problemas emergentes de la roturación de la tierra, preparación y arreglo mediante plantaciones previas de trigo o maíz, indispensables para la siembra de alfalfa…, y dejó muy contentos a los gringos que, por haber operado la transformación, resultaron beneficiados con el producto de tres cosechas en terrenos óptimos que de ninguna manera hubieran podido arrendar en otras condiciones. Cada uno hizo su negocio, beneficiando al otro; y todos quedaron conformes con la operación “a medias”. Ahora el ganadero, gracias a esa operación “a medias” que sólo podía llevarse a cabo con gringos chacareros, solucionaba su problema particular de abastecimiento de forraje. Muy pronto este mismo sistema de medieros posibilitó el cultivo de la avena y el centeno, el mijo y al alpiste. Entretanto, los cultivos de los medieros continuaban proliferando por todas partes, y con ellos la formación de parcelas (potreros) alambradas. Muchos de estos medieros terminaron instalándose con comercios y pequeñas industrias en pueblos y ciudades; otros, llevaron el sistema de “medias” a las actividades de tambo y granja. Y es claro que esta seudo colonización por medieros fue la que más se generalizó.
Braceros Durante la gestión gubernativa de Alvear (1922-1928), en que se registró la más alta cifra en movimiento inmigratorio, entraron al país 2.012.728 individuos, de los que se quedaron 638651. El resto, que alcanza a 1.374.077 almas, representa los inmigrantes golondrina, vale decir, los braceros que llegaron, dieron su brazo para levantar cosechas, y se volvieron a sus tierras para regresar, o no, al año siguiente. De donde resulta que por lo menos el 65% de esos inmigrantes fueron braceros. Tal vez, y a mérito de la estabilización real de inmigrantes hacia 1930, el porcentaje de golondrinas haya sido aún mayor. Quizá sea imposible determinar cuántos, del 35% que supuestamente resolvió quedarse de manera estable, llegaron aquí con la idea de levantar la cosecha y retornar, pero se quedaron ante las perspectivas que se le presentaban como medieros, artífices, jornaleros o empleados. Por el conocimiento empírico y cotidiano, es sumamente fácil hallar inmigrantes que, luego de haber llegado a estas playas por uno o dos años consecutivos en calidad de braceros, optaron luego por quedarse definitivamente.
Algunas causas de la inmigración* La necesidad de Argentina de integrarse al Mercado Europeo.* La situación inversa con respecto a las necesidades argentinas y europeas. Argentina necesitaba mano de obra, como consecuencia del proyecto de expansión del sector agropecuario; y Europa liberaba mano de obra, como consecuencia de la tecnificación del agro y la Segunda Revolución Industrial.* Se contaba con una zona muy apta para la explotación agropecuaria: La Pampa Húmeda, cuya explotación requería mano de obra y capitales, escasos en nuestro país.* La política de la generación de los '80 de transformar el país a la imagen norteamericana, por la política industrial del anglosajón, y europea, por sus ciudades modernas y bien estructuradas.
Consecuencias de la Inmigración en Argentina
La inmigración provoco en Argentina una profunda transformación de la sociedad. No solo por el hecho de que la totalidad de los habitantes paso a estar integrada por un alto porcentaje de extranjeros, que en 1924 llego al 29,9%, sino también porque buena parte de estos se mezclo con la población nativa por medio de lazos matrimoniales. Un factor determinante fue que los inmigrantes eran mayoritariamente de sexo masculino. Esta fue la razón por la cual a partir del censo de 1895 la población masculina es superior numéricamente a la femenina. La unión matrimonial entre extranjeros y nativos contribuyo a modificar costumbres y le imprimió a la Argentina un aspecto más cosmopolita, sobre todo en las grandes ciudades del Litoral, principalmente Buenos Aires y en segundo lugar Rosario, pero también este fenómeno se trasladó a otras provincias como Córdoba, Mendoza, y Entre Ríos y las regiones rurales y ciudades bonaerenses.
En donde la influencia de la inmigración fue decisiva y exclusiva fue en la organización del movimiento obrero. Hasta el arribo masivo de los inmigrantes europeos, a partir de 1880, los sindicatos eran prácticamente inexistentes, con excepción del sector grafico. Fue la irrupción de los extranjeros en las actividades laborales, muchos de ellos anarquistas y socialistas perseguidos en sus países de origen, la que determino el despertar de la conciencia gremial de los trabajadores en Argentina y se convirtió en la causa principal de la constitución de las primeras asociaciones obreras.
A la inmigración también se le debe la formación de la clase media argentina, que hasta 1880 era prácticamente inexistente: muchos hijos de inmigrantes egresaron de las universidades, otros se dedicaron a las actividades comerciales o industriales y de servicios y, en conjunto, conformaron la numerosa clase media, que también fue un factor decisivo par la transformación política de nuestra nación. El artesano u obrero enriquecido aspira a elevarse socialmente. Hace estudiar a su hijo. Así, el padre puede ser zapatero, carbonero o verdulero, pero el hijo será doctor. El vástago, sin embargo, suele avergonzarse del origen humilde de sus padres. Es el drama de "Mijo el dotor", que Florencio Sánchez llevó al teatro.La unidad de la familia europea se resiente en América. Pero el hijo se sentirá orgullosamente argentino, y en ese sentimiento se da la nueva identidad, a la que suelen contribuir muchas sangres. Se crea el tipo nuestro: vivaz, inteligente, con un culto de la amistad que recuerda a la hospitalidad del gaucho.La nueva identidad no hace cuestión de sangres, porque está ligada por un profundo nexo espiritual: el amor al país, el sentimiento de lo argentino.El orgullo de ser argentino formará la base de la identidad nacional.
Todas las consecuencias de la inmigración señaladas hasta aquí fueron de carácter positivo, porque contribuyeron a modernizar el país. Sin embargo, existe una que se deriva de una causa interna, que fue el condicionamiento a que se vio sometida por la clase dirigente nativa y por la estructura económico-social que ésta conformó en Argentina, que excluyo del poder real (el económico) a quienes no integraban su reducido circulo. Esto determino que la mayor parte de los inmigrantes no tuviera acceso a la propiedad de la tierra y que estos se radicaran masivamente en las ciudades del litoral portuario, principalmente en Buenos Aires, dando origen a la macrocefalia que aun padece nuestro país y a un conjunto de actividades y hábitos que obstaculizaron la producción y el desarrollo de la economía nacional.
Algunas conclusiones
La inmigración masiva transformó profundamente la estructura demográfica del país, la población se duplicó, y en pocos años hubo un fuerte predominio de extranjeros que se instalaron en los centros urbanos del litoral.
Si bien todo el continente americano recibió inmigrantes, ninguno tantos como Argentina, si lo relacionamos con su población local. Las ciudades y los campos fueron profundamente modificados por hombres de otras culturas, hoy ningún aspecto de la vida cotidiana puede desligarse de ello. La manera de hablar, de amar, de hacer amigos, la comida, la música, la política, la educación de los hijos, el deporte, los juegos, los gestos, la religión, todo esta teñido de su presencia.
La identidad nacional se construyo sobre nuevas bases; la historia Argentina se hizo con los inmigrantes…
Bibliografía

ITALIANOS Y ALEMANES INMIGRANTES EN ARGENTINA


Italianos: Alemanes: La inmigración italiana fue la más numerosa y formó la mayor etnia de la población argentina. Se estima que entre 15 y 25 millones de argentinos, es decir entre un 40 y un 65% de la población, tienen entre sus ascendientes a inmigrantes italianos ingresados en este período. Es por esto que la cultura argentina tiene una enorme influencia de la cultura italiana. El lenguaje, las costumbres, los gustos, las tradiciones, llevan sus huellas. La llegada de italianos se extiende hasta 1970, y es en 1870 cuando comienza el gran flujo de inmigrantes. Entre los alemanes que llegaron a la Argentina, podemos diferenciar a los provenientes de la Alemania propiamente dicha (que engloba incluso la época de post-guerra), y a los diferentes grupos de alemanes étnicos que, como los alemanes del Volga, emigraron hacia la Argentina desde otros países de Europa, y al ingresar al país fueron registrados de acuerdo

LA ARGENTINA DEBE SACAR LEY CONTRA INMIGRANTES LATINOS???


el tema pasa de traer gente con estudios.Con otra cultura.El costo que pagas de menos en tu casa, lo pagas en impuestos para que le paguen la luz en la villa, hospitales(yo quise atenderme y es de terror, tenes 100 marginales adelante) Bs As va camino a ser una favela.Esto es peronismo Argentina en los 40, era un pais que necesitaba gente, ahora no. Juntemos firmas para deportar gente.En paraguay tienen a Lugo, en Bolivia a Evo, en Peru . hay 1.500.000 bolivianos solamente?.Me parece que tus datos son del indec de Moreno. HAY COMO 5 MILLONES DE BOLIVIANOS Y PERUANOS veo un poco la poca visión de los que responden.Si traemos gente pobre sin cultura.Era diferente al que venia de Europa.Quien fue a Bolivia ? a Paraguay ? el 80 % es marginal. Solo hay cultura de villas. Si llenas un zona de marginales, da como resultado una villa o barrio carenciado. En bolivia es comun, todos viven asi.Pero Argentina siempre fue distinta.El tema es que aceptamos, no hacemos nada.Contratamos paraguayos porque cobran menos.Despues hopital, escuela, seguridad. La pagamos el triple.Se llama costo de oportunidad en economia.Quiero precios baratos, pero tengo el pais lleno de marginales. Argentina tiene gracias a los que pagan impuestos Universidad, Hospitales, Colegios todo gratis.Tendriamos que cobrarlos como hacen todos los paises.

URUGUAYOS AFRO


SABIAN QUE LOS URUGUAYOS SON UNA GRAN PARTE NEGROS CANDOMBEROS?
LOS URUGUAYOS QUE SE CREEN EUROPEOS,Y SE OLVIDAN QUE SON MUCHOS NEGROS (CANDOMBEROS)Y SE MUDARON A ARGENTINA Y REPARTIERON GENES POR EL BARRIO DE SAN TELMO Y POR ESO APARECIERON GENES AFRICANOS EN ARGENTINA... ELLOS DICEN QUE SON TODOS BLANCOS Y ES FALSO,PORQUE UNA GRAN PARTE DE SU SUPER PEQUEÑO PAIS ES DE RAZA NEGRA,POR ESO EN UN CENSO EN SAN TELMO (ARGENITNA APARECIERON GENES DE AFRO,LOS TRAJERON ELLOS HACE AÑOS

En la Argentina, la gente ya se olvidó por completo de la gripe

domingo 11 de octubre, 3:00 AM
Soledad VallejosLA NACION
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Pasaron apenas dos meses del peor momento de la epidemia de gripe A en el país, cuando la creciente cantidad de decesos y contagios alarmaba día tras día a toda la sociedad.
Con la llegada de la primavera, la preocupación sanitaria ahora se centra en nuevas amenazas como el dengue. Y, aunque el virus H1N1 regresará el año próximo, "la gente ya se olvidó completamente de la gripe", aseguró a LA NACION Jorge San Juan, jefe de terapia intensiva del hospital Muñiz y coordinador del Comité de Emergencia Epidemiológica del Ministerio de Salud de la Nación.
"La cantidad de nuevos casos hoy es muy poca y la curva ha disminuido en forma real, lo que hace que la población se distienda y deje de lado algunas de las medidas de prevención más importantes, como el lavado de manos, que no sólo son efectivas para evitar el contagio de gripe, sino de otras enfermedades", agregó Eduardo López, infectólogo y jefe del Departamento de Medicina del hospital Gutiérrez.
Mayor transmisión
En muchos países del hemisferio Norte, la temporada de gripe se ha adelantado de forma inusual. Según acaba de difundir la Organización Mundial de la Salud (OMS), "la transmisión del virus se está incrementando". Los datos del último balance recopilados por ese organismo indican que, en el mundo, se han registrado más de 375.000 casos y alrededor de 4500 fallecimientos, aunque advierte que las cifras son seguramente muy superiores.
La misma apreciación hicieron distintos especialistas en el orden local: coinciden en que la cantidad de fallecidos a causa de la nueva epidemia sería superior a los 539 registrados oficialmente por el Ministerio de Salud de la Nación. Según Jarbas Barbosa, gerente de vigilancia sanitaria y control y prevención de enfermedades de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en la Argentina habría unas 200 muertes más a causa del nuevo virus.
"Seguramente, el número de muertos sea mayor, ya que no tuvimos confirmación de todos los casos. Pueden ser 100, 200 o 300 más que los notificados, pero eso no puede saberse con certeza", dijo San Juan.
La causa, según Barbosa, está relacionada con el sistema de vigilancia descentralizado, en el que las provincias tienen que procesar sus propios datos. En este sentido, el director de Epidemiología del Ministerio de Salud, Juan Carlos Bossio, explicó a LA NACION que, durante el encuentro de epidemiólogos que se desarrolló la semana pasada en Buenos Aires, y del cual participaron todas las provincias, "se analizó cómo ajustar el sistema de vigilancia epidemiológica y mejorar el canal de información por parte de todos los actores, lo que incluye a los privados a la red de notificación".
Brasil encabeza hoy la lista de países con mayor cantidad de muertes registradas: 899, según el último parte conocido. Con ello, desplazó a los Estados Unidos, que la lideraba, con casi 600 fallecimientos.
Antes de que comenzara la temporada actual de gripe en el hemisferio Norte, donde en México hoy se reportan 500 contagios por día, la Argentina figuraba en el tercer puesto, precedida por los Estados Unidos y Brasil, en ese orden.
"El año próximo, el virus H1N1 persistirá como un brote pandémico, y, seguramente, habrá una mayor circulación en las zonas que este año fueron menos afectadas. Por eso, hay que cargar las tintas en la prevención y la campaña de vacunación", afirmó San Juan.
En ese sentido, mientras que las autoridades de Chile y de Brasil ya anunciaron la compra de millones de dosis de vacunas a los laboratorios para iniciar en marzo próximo una campaña de vacunación masiva contra la gripe A, la Argentina -junto con otros 23 países- se suscribió al fondo rotatorio de la OMS.
"Al adquirir más de 240 millones de dosis, la OMS consigue un precio muy inferior al que podría obtener la Argentina por la compra de ocho millones, que fue el pedido solicitado -explicó San Juan-. Nosotros queremos empezar a vacunar en marzo, y para eso deberíamos contar con las vacunas a principios del año próximo, pero la fecha de entrega no está confirmada."
De hecho, algunos países como México hoy no cuentan con la cantidad de dosis solicitadas. Debido a la amplia demanda que hay en el mundo de la vacuna contra la influenza A, México contará a finales de diciembre sólo con cinco millones de dosis de los 20 millones que había proyectado.
Según un informe publicado por el Ministerio de Salud de ese país en su página web, el resto del pedido solicitado será recibido en tres tandas iguales en enero, febrero y en marzo de 2010.
Preocupación
"Seguramente el número de muertos sea mayor a las 539 registradas en forma oficial"
JORGE SAN JUANComité de Emergencia Nacional
"La población dejó un poco de lado medidas de prevención importantes como el lavado de manos"
EDUARDO LOPEZInfectólogo del Hospital Gutiérrez

Prensa argentina critica con dureza a Messi


Prensa argentina critica con dureza a Messi
La prensa argentina ya no disculpa más a Lionel Messi y llegó a calificarlo como “el peor” del equipo tras su nueva decepcionante labor en el agónico triunfo 2-1 ante Perú. Títulos como “Nada nuevo, Messi defraudó” del diario La Nación y “Es el peor jugador de Argentina” del diario deportivo Olé, pintan el panorama que la prensa deportiva argentina tiene de Messi en la actualidad.
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ANSA
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El diario deportivo Olé sintetizó así su posición: “ Podrá ser el mejor jugador del mundo con la camiseta del Barsa. Pero hoy, al menos hoy, por responsabilidad (no asumida), por talento (desperdiciado), por (falta de) compromiso, es el peor jugador de Argentina ” .
“Nada nuevo: Messi defraudó otra vez vestido de albiceleste. Nada catapultó a Leo hacia un desempeño memorable, hacia esa gran actuación que debía en el seleccionado argentino. Sigue debiéndola ” , publica a su vez La Nación.
Para Clarín, “ Messi volvió a ser el intrascendente de siempre en la selección ” , mientras sólo Crítica rescata que “ los hinchas aplaudían las gambetas de Lio y también su sacrificio para pelear pelotas como plebeyo, siendo príncipe ” .
Miles de fanáticos estallaron sin embargo cuando Messi perdió un balón sin ofrecer lucha en los dramáticos minutos finales cuando un gol del veterano Martín Palermo en el descuento dio el aqónico triunfo de 2-1 ante Perú, en cancha de River Plate.
“No me preocupa el nivel de Leo, en absoluto, cómo no lo voy a entender yo, para mí jugó bien, lo voy a seguir poniendo y será uno de los dos atacantes. Cuando yo era jugador y llovía y había viento como hoy, no podía tocar la pelota y a Messi le pasó lo mismo ” , defendió el DT Diego Maradona a Messi.
“Se ganó, que era lo importante. Si metíamos las situaciones que tuvimos en el primer tiempo, hubiera sido otra cosa. La verdad, es increíble lo que Palermo sigue consiguiendo, estoy muy contento por Martín y por todos ” , dijo a su vez Messi.