domingo, 5 de julio de 2009

Argentina se cree europea y busca alejarse de las culturas latinoamericanas”

Argentina se cree europea y busca alejarse de las culturas latinoamericanas”Escrito por: leandrosantucho el 17 Jun 2009 - URL Permanente
El artista plástico y escritor Daniel Santoro, que tomó como eje de su obra a la cultura peronista, habla de la identidad originaria, nuestros mitos y el arte político.
“Para la elite cultural, el peronismo no fue nunca una buena noticia, porque nos pone en lugar de país latinoamericano, cosa como la que nunca queremos ser vistos”, sostiene Daniel Santoro. El artista plástico que ha hecho del peronismo un eje para toda su obra opinó en diálogo con PUNTAL de la formación de la identidad argentina y la intención de acercarse a lo europeo. Analizó también los íconos nacionales, especialmente los peronistas y la tendencia discriminadora a lo local.
“El peronismo se toma como disparador para abordar temas relacionados como la identidad”, señala Santoro, dice que “ya se sale de lo político, hablamos de identidad cultural, lo que considero como el aporte más importante del peronismo, en cuanto a convertirse en un eje cultural”. Sostiene que “aportar desde cuestiones que no están saldadas socialmente”, es el lugar de esta ideología.
- ¿Qué cuestiones sociales quedan por saldar?- Nuestra sociedad está muy fracturada, tiene cierta esquizofrenia, o por lo menos visiones muy distintas. Por un lado están aquellos que piensan que es un país de blancos, de gente que vino de Europa y que aquí no había nada. Por otro, hay un aspecto que no se tiene mucho en cuenta y que no quiere ser visto, que es el de los pueblos originarios y del mestizaje.
Según Santoro, este segundo aspecto “se sintetiza en el negro peronista, y de este modo el peronismo encarna culturalmente una parte de la sociedad que es resistida por quien concentra el poder económico y cultural”.
El artista plástico, que también ha tenido un paso por la literatura, indica que cuando habla de peronismo no se refiere al partido, por más que tenga incidencia. “Es el aporte social que hace la irrupción de la ideología, y que pone en escena al negro que nunca tuvo identidad”, señala y luego indica: “En ese aspecto, hay una gran diferencia entre México, Brasil y Argentina. Aquellos son países que tienen una natural integración cultural”.
La cultura en un limbo
“La cultura argentina está siempre en un limbo, aparece como muy purificada y no califica como cultura latinoamericana, pero tampoco como una europea”, sostiene Daniel Santoro.
Indica como ejemplo claro de este planteo a Jorge Luis Borges. “Es un escritor casi europeo, un mensajero de aquella cultura, a pesar de que tiene su anclaje en la gauchezca. Uno no cuestiona su calidad, pero el tema es cómo se construye la identidad”.
Según el artista “siempre hay factores que hacen que aparte esta ruptura”.
- Pero es un planteo que viene desde antes. La “civilización y barbarie” de Sarmiento.- Exacto, la consigna “civilización y barbarie” marca la idea de que viene a civilizar un lugar que era de bárbaros, lo que predetermina que aquí no había cultura.
- La famosa “campaña del desierto” de Roca.- Claro, el lenguaje aporta a esa construcción: “Vienen colonos a un desierto”. Sutilmente nos está diciendo que no hay nada que se pueda tomar de este lugar sino que se viene a aportar una novedad de la cultura europea.
- ¿Hoy cómo ve la presencia de esa ruptura?- Hoy ese roce circula por algunos lugares. El aporte del peronismo pasa justamente por ahí, nos trae de nuevo a la negrada, ese lugar latinoamericano. Es un recordatorio, la llave a una oscuridad de la que nadie se quiere hacer cargo. Es la idea de que “todo bien, pero los negros vienen a afanar”.
Santoro ejemplifica la discriminación que realiza la sociedad de las personas de nivel socioeconómico bajo, con los saqueadores de los malones, en el nacimiento del país, “esos que teníamos que meternos al fuerte y poner los mangruyos para verlos, hoy pertenecen al conurbano bonaerense, es la inseguridad. Ese lenguaje pasa de generación en generación con distintas formas simbólicas”.
- ¿Cómo surge la discriminación en este contexto?- La hostilidad sigue de manera sutil, con el lenguaje discriminador y con la detección del corrupto. Hay una cosa extraña, si un negro es sindicalista, por ejemplo, quiere decir que de entrada está robando.
- Pero se funda en prejuicios.- Claro, media un prejuicio, uno se pregunta en el imaginario de la clase media: ¿por qué no es tan corrupto Martínez de Hoz como Moyano? Porque el tipo es de la elite cultural y social. Viene y se roba mil millones de dólares y uno no se da cuenta porque ya tenía varios millones. En cambio, si un sindicalista hace lo mismo la Justicia lo ataca de todos lados. Es ese tipo de evaluaciones que traza una línea oscura en la que hay un racismo sutil e inconfesado.
- ¿Cómo incide el peronismo en esta realidad?- El peronismo se hizo cargo de todo eso desde un primer momento y ello le originó una sanción social. En aquella época se le decía: “Ahí viene el aluvión zoológico”, se referían a quienes venían del sur, de la barriada, que eran unos desconocidos. Ese lenguaje ya no se usa del mismo modo, pero se mantiene la discriminación.
Mitos nacionales
Los íconos del peronismo están presentes con mucha frecuencia en la obra de Daniel Santoro. En sus cuadros se encuentra la imagen de Eva Perón o el edificio de la CGT, los descamisados o los cabecitas negras, incluso es recurrente la presencia del personaje de artista Antonio Berni, “Juanito Laguna”.
Santoro señala que su vinculación con esta ideología comenzó con su militancia, en los ‘70, en la Juventud Peronista. “Me quedó la deuda pendiente de hacer algo con esa utopía irrealizada con el peronismo fundacional. Es algo que no existe más y que no fue continuado con los peronistas posteriores”, sostiene el artista.
- Pero en su obra es bastante crítico con el peronismo.- Sucede que intento que sea como la visión de un arqueólogo. No de juzgar algo, sino que pongo todo y a veces aparecen cosas revulsivas, que por ahí no deberían mostrarse. Mi actitud es la de poner todo, lo terrible y lo no tanto.
- Juega mucho en este sentido con las figuras de los mitos peronistas.- Es pensado desde la idea de que el mito se construye con todas las partes, como que el mito no es moralmente apto. Siempre tiene un origen oscuro, no nace en cuna de oro, hay una parte que no se sabe cómo es, algo que hace ruido. Como el “Che” Guevara, que tenía una vida para hacer e hizo otra y que uno no sabe cómo cambió.
Uno de los cuadros de Santoro presenta a Eva Perón comiendo la carne de Guevara; “es una comunión”, dice el artista. Estas figuras se encuentran constantemente en su obra, en la búsqueda de esa deuda social.
- ¿El mito de Eva se construye como ícono nacional y deja de ser sólo del peronista?- Es que el mito se construye cuando se sale de parámetros ideológicos o religiosos, pasa a una dimensión en la que nada lo afecta, queda intangible de los efectos de la realidad. Por más que uno ataque al mito lo que terminará haciendo es agigantarlo, es como un agujero negro.
- En este sentido, ¿Eva se construye más en un mito que Perón?- Sí, tiene un gran anclaje icónico. Es más, yo creo que Perón no ingresa en el horizonte mítico, ni siquiera hay un ícono definido de él. Hay imágenes de él, pero si se piensa en Eva uno ya tiene el ícono, lo mismo sucede con el “Che”. No se piensa una Evita distinta, en cambio si hablamos de Perón hay diferentes imágenes. Los mitos se contruyen por una muerte temprana o una vida heroica.
El arte en la política
En toda la obra de Daniel Santoro lo político tiene una fuerte presencia, aunque él asegura que no hace “arte político”.
“Hay un arte subsidiario de una idea política, que está muy capturado por la izquierda.
Tiene un origen doctrinario, entonces maneja simbología y se interpreta para poder pertenecer a ese origen”, dice Santoro, que agrega: “Es por esto que está estructurado muy rígidamente, queda encerrado en un código que si no se respeta termina no siendo lo que debería ser”.
- ¿Cómo se ve presente este arte en la izquierda?- Por ejemplo, estamos en una manistación de la izquierda, entonces deberíamos tener banderas rojas o puños, porque si no esa manifestación traiciona el arte político en cuanto al imaginario.
- Pero no sólo en lo gráfico.- Claro, en todo el arte. Pero en el peronismo no es tan así, porque no está considerado establecido como código imaginario. Si yo pinto a un negro, a un “cabeza”, estoy haciendo referencia al peronismo. De ahí me alejo de los códigos como poner el escudo justicialista.
.Un paseo por Singapur
A fines de los ‘80 y durante la década de los ‘90, Daniel Santoro realizó varios viajes a los países del sudeste asiático, en especial a Singapur, donde realizó varias muestras
“En cada viaje me conecté con los pintores, sobre todo con los calígrafos, y empecé a aprender el tema”, señala el artista que más tarde incorporó en sus cuadros letras orientales.
Indica que lo que más le atrajo de la caligrafía fue que “antes que nada es un dibujo, después es un lenguaje”. “Es interesante aprenderla porque te da una manualidad super fina, que es muy dificil lograr de otra manera. Eso hizo que mis dibujos cambiaran”, señaló Santoro.
El artista sostiene que escribir con esta caligrafía “lleva a una especie de meditación”.
- ¿Provocó en usted algún cambio desde lo filosófico?- En las técnicas de relajación, porque se trata de un trabajo tranquilo, con una zona neutra alrededor. No le doy uso religioso, pero me interesa la técnica.
- Es muy particular el acercamiento de artistas a lo oriental.- Es que la cultura te atrapa, hay un aspecto que es irreductible. A mí sobre todo con la caligrafía, porque uno está acostumbrado a la lectura de símbolos y no presta atención a la forma de la letra porque está acostumbrado. En cambio, la caligrafía oriental se decodifica. Se mira lo que está dibujado, no podría haber una mala letra en chino, porque estaría dibujando mal y entonces se pierde la comprensión del texto.
Luis Schlossberglschlossberg@puntal.com.ar

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