martes, 28 de septiembre de 2010

Enigmas del planeta Xul Solar


Enigmas del planeta Xul Solar
Creador de universos, imaginero singular, sus obras, acuarelas y tintas de pequeño formato e inspiración mística, se exhiben en el Paseo de las Artes del Palacio Duhau
Sábado 25 de setiembre de 2010 Publicado en edición impresa Comentá (0)Votá (9)Votos (9)Compartir CONSTRUCCIONES. En el extraño paisaje de la Penitenciaría transcurrió parte de la vida del maestro Xul. Ver mas fotos
Por Elba Pérez
Para LA NACION - Buenos Aires, 2010


El Paseo de las Artes (Palacio Duhau, Park Hyatt) es el refinado estuche donde se engarzan las obras que conforman la muestra Xul Solar, explorador del universo . El material exhibido es parte de la Colección Galería Rubbers, cuyo fundador, Natalio Jorge Povarché, estuvo sólidamente unido al artista, al Pan Klub y a Micaela Cadenas, Lita, su viuda.

Encomiada con largueza, la obra de Xul Solar amerita una actualización periódica que lo reinstale fuera del ámbito recoleto de la casa-museo de la calle Laprida. Y tal vez propicie una revisión crítica -brechtiana- de su producción pictórica. Será tarea ardua pero necesaria ese cierto apartamiento de las otras inventivas de Xul, incluida la minuciosa autoconstrucción de personaje esotérico.

La mirada propuesta bien la merece Xul, milagroso trajinador de cromatismos iridiscentes erigidos, en forma etérea, sobre la ardua y esquiva disciplina de la acuarela. En este arte formulado con pigmentos inconsútiles, diluidos al agua, sobre la disponibilidad capilar inestable de la pulpa del papel. Allí no hay posibilidad de arrepentimientos ni formulación de prometidas enmiendas. Es un todo o nada, sin alternativas. Xul, a su modo singular, se inscribió en la saga del arte argentino cuya estirpe tentativa puede fijarse en los retratos de Pellegrini, en la maestría de Jorge Larco y Guillermo Roux, Eduardo Stupía y en otro singular - rara avis - Fermín Eguía.

El lenguaje y recurso donde relumbra Xul demanda concentraciones máximas en dimensiones muy relativas (sólo excedidas por el gran Roux). Pero más allá de las dimensiones -en todo inferiores al óleo-, el obstinado rigor exige cumplir las exigencias análogas a la métrica del soneto o de la forma sonata. Normas del arte que no limitan pues empinan el vuelo de aquellos que están a la altura de la hazaña.

Otro exquisito, Emilio Pettoruti, reconoció temprano esa idiosincrasia etérea y segura de la afinación cromática en las acuarelas de Xul, diestro también en otros lenguajes, técnicas y recursos. Pero sus óleos sobre tela no ostentan igual envergadura.

Tal vez porque para obtener la transparencia y levedad buscadas el óleo supone veladuras, decapados (en los que Roberto Aizenberg sentó cotas únicas) mediúms, selladores, aceleradores del secado o aquellos que lo retardan. Es cierto que el proceso al óleo exige paciencia y tiempo pero, a la vez, admite el pentimento, el repinte de las áreas que no se estiman satisfactorias. Y cabe conjeturar que esa chance de riesgo propio de la acuarela fue un plus, el incentivo motivador.

El espíritu lúdico, siempre presente en los artistas, se acentuaba en la cofradía martinfierrista a la que se sumó Xul Solar. Quizás exorcizaba los años en el presidio de Tierra del Fuego, como llamaban a la cárcel de avenida Las Heras. Allí pasó un largo período, en compañía de su madre y de su padre, ingeniero ocupado en la instalación de talleres y otras obras edilicias. Pero es curioso que allí sentara sus reales Isidro Parodi, ficción recocijante del dúo Borges-Bioy Casares, amparados en el casi cierto, casi falso, pseudónimo Súarez Lynch. Como sus amigos, Xul abundó en heterónimos. Se travestía, embozado, para firmar sus traducciones literarias o las críticas -favorables o no- de sus colegas de las artes plásticas. Estas cautelas lo pusieron a salvo de las furias nativas y pugilatos que detonaron en 1924 por la muestra de Emilio Pettoruti, con la que compartió los principios cubistas sustentados.

Xul transparenta en "Tlön, Uqbar, Orbis Tertius" de Borges, autor de textos inolvidables sobre el amigo flâneur, hasta el célebre distanciamiento que sólo reparó con el discurso de despedida. El motivo de la ruptura fue para el poeta como para Pettoruti el mismo. Las simpatías nazifascistas y la adhesión al horrendo Aleister Crowley fueron el óbice insalvable. El detalle se conoce por otro distanciado, Adolfo Bioy Casares, testigo de la trifulca. Bioy, como todos los martinfierristas, guardó admiración al artista, pero las gracias promocionales habían perdido su sal.

En su casa de la calle Larrea, montó Xul sus reales de pintor y gurú de embelecos a féminas en perpetuo estado de credulidad a ultranza. Sus apariciones en el ápice de la escalera -¡ocupadas por un armonio!- fueron de una teatralidad tan eficaz que aún opera sobre las raleadas huestes de asistentes. Y también obra sobre casi todo lo que se escribe sobre el personaje, dando por buena y cierta la inagotable batería de inventos y prodigios de birlibirloque. O, si se prefiere, de mancias de toda laya.

Estos excesos, muy martinfierristas, obturan el ejercicio crítico de una obra plástica que no necesita de oropeles y abalorios esotéricos. De la calidad y belleza de lo trazado en esas pequeñas vedutas mágicas, trazos y pinceladas de exacta armonía da sobradas pruebas la muestra del Palacio Duhau.

© LA NACION

CHAPITA. Xul Solar, explorador del universo, Colección Galería Rubbers. En El Paseo de las Artes del Palacio Duhau, Park Hyatt Buenos Aires (Avenida Alvear 1661). Hasta el 20 de octubre. Entrada libre y gratuita.

adn SOLAR
(San Fernando,1887-El Tigre,1963)

Sagitariano con ascendiente en Piscis, Oscar Agustín Alejandro Schultz Solari se formó en Europa entre 1912 y 1925. Le atrajeron las obras de Paul Klee y de otros artistas de vanguardia. Vivió un mes con Alistair Crowly, cuyas obras tradujo al español

lunes, 27 de septiembre de 2010

Fontevecchia, la absurda metralleta de Magnetto

OPINION

Fontevecchia, la absurda metralleta de Magnetto (*)


Héctor Timerman I Canciller
El viernes la revista Noticias acusó a Lidia Graiver de cobrar 2 millones de dólares para acusar a Magnetto, Noble y Mitre de delitos de lesa humanidad. El domingo acusa mi padre de querer estafar en 1976 a Lidia Graiver. Lo hace para entorpecer mi testimonio sobre el robo de Papel Prensa.


Las fuentes que usa Fontevecchia son el mejor ejemplo del periodismo escatológico que practica desde joven.

El acusador de Lidia es el actual socio propietario de Papel Prensa, Julio Saguier. Y la prueba es el supuesto diálogo sin testigos donde Lidia le habría dicho "cobro dos millones para acusarlos"

La "prueba" contra mi padre es el "testimonio" del Gerneral Gallino. ¿Quién es Gallino? El 7 y 9 de Abril de 1977 se reúnen Mitre y Magnetto con Gallino para darle información sobre Papel Prensa. El 15 lo secuestran a mi padre. Lidia y mi padre son salvajamente torturados por orden de Gallino. En esas condiciones "firman una confesión" que ahora usa Perfil para acusar a mi padre. Ni más ni menos que la reproducción de un supuesto "diálogo" en un centro clandestino y frente al torturador. El torturador Gallino que se reunía con Mitre y Magnetto antes de las sesiones de tortura.

No me extraña de Fontevecchia. Ya en 1982 se convirtió desde sus revistas en el apologista del asesino Camps y hoy vuelvo a lo mismo. El testimonio que reproduce fue el resultado de una noche de tortura en un centro clandestino. ¿Se puede caer tan bajo?

Luis Emilio Mitre crimen economico silenciado por Clarin y La Nacion

Su cadáver fue encontrado después del mediodía del lunes 2 de enero de 2006.
Personal de Policía Federal Argentina arribó entre las 18:00 y 18:30, y el personal judicial aún más tarde. Sin embargo, la familia Mitre, familiares directos de la víctima estuvieron entre las 14:00 y las 15:00 a solas con el cadáver.


Bartolomé Mitre, hermano de Luis Mitre y -según allegados- siempre soez hacia su hermano por su condición de homosexual- es abogado, y conoce cómo se debe actuar en estas circunstancias. Denunciar de inmediato el hecho al personal policial es una prioridad para el éxito de cualquier investigación.


Pero el aviso no fue inmediato y nadie sabe si se alteraron pruebas del crimen antes de la llegada policial.


Esos no son los únicos datos 'sorpresa' de este caso que se perfila a ser similar al de María Marta García Bensulse pero con una 'tecnología' perfeccionada.


Como ha señalado Jorge Asís, sin simulación ni atisbos de pudor, se impuso "el corporativismo del silencio", un silencio que se convirtió en el mayor punto de acuerdo, casi unificador, entre el gobierno y La Nación.


Su asesinato fue reportado por el mismo diario La Nación 48 horas después de ocurrido el hecho, y el caso no trascendió por los medios, lo cual es poco común ya que los policiales siempre son cubiertos por la prensa gráfica.


Los medios digitales lideraron la investigación: primero fue Jorge Asís Digital con sus elocuentes noticias y luego U24 que siguió el caso desde que se dio a conocer. (Ver al final de esta nota las notas relacionadas).


Y ambos sitios de internet lograron que el caso se hiciera eco en la prensa gráfica. Primero fue en el Diario Perfil y luego en la tapa de la Revista Noticias, aunque luego el tema volvió a perder trascendencia.


Entre tanto silencio el cadaver de Mitre esconde una rica herencia que, de seguir el caso en estas líneas, sólo quedará distribuirla entre los beneficiarios de la misma.
PASARON 5 AÑOS,NADIE PRESO,SE SABE QUE LA HERENCIA QUE NO LLEGO A LEGAR ERA DE 30 MILLONES DE DOLARES(LES QUEDO A LA FAMILIA)
Se reactiva la causa Mitre:El testamento olografo que dejo? Aunque Jorge Asís es pesimista, la causa por el asesinato de Luis Mitre podría reactivarse en poco tiempo. El mismo Asís alude en su último artículo al testamento ológrafo que habría dejado el ex accionista de La Nación y que nadie encontró. Aunque la Justicia no tenga la menor idea si en las horas previas a llamar a la policía se estuvo buscando en los placares del muerto un sobre que decía "Luis Emilio Mitre, testamento ológrafo", habría más de dos personas ajenas a la familia que conocerían esa historia. En los próximos días podría haber novedades que por efecto simpático muevan el expediente de ese crimen impune. Segun testigos, Luis Emilio Mitre en el mes de diciembre,el mes de su muerte,estaba ultimando detalles de su testamento que oscila entre 25 y 35 millones de dolares.Tambien estan siendo investigadas las finanzas de los hermanos Mitre. Segun se desprende de la causa la familia Mitre y allegados demoraron mas de cuatro horas en dar aviso a la policia cuando descubrieron el cadaver http://www.blocdeperiodista.com/searc...

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Bartolome Mitre y Hector Magnetto presos?Papel prensa




POLITICA

Papel Prensa: "Hay muchas posibilidades de que las autoridades de Clarín y La Nación vayan presos"


Osvaldo Papeleo afirmó que "hay muchas posibilidades" de que Héctor Magnetto y Bartolomé Mitre "vayan presos", en el marco de la causa que investiga la venta de Papel Prensa durante la última dictadura militar.



"Hemos llegado a una instancia importante, con muchos elementos de juicio y con la impresión de que se está haciendo un juicio cívico-militar, que es lo que estaba faltando en el país", sostuvo Papaleo.

El ex secretario de prensa del gobierno de Isabel Perón consideró que "hay muchas posibilidades de que (Héctor) Magnetto y Bartolomé Mitre vayan presos".

Papaleo, en declaraciones a Radio Provincia, afirmó que "los testimonios son importantes, pero además hay mucha documentación y elementos de juicio que comprometen la situación de esta gente y su vinculación con el caso".

El martes, el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, pidió el llamado a indagatoria de Jorge Rafael Videla, José Alfredo Martínez de Hoz, Laura Ernestina Herrera de Noble, Héctor Magnetto y Bartolomé Luis Mitre, entre otros, al presentar una querella ante el Juzgado Federal 3 de La Plata por la "apropiación ilícita" de Papel Prensa durante la última dictadura.
http://www.telam.com.ar/vernota.php?tipo=N&dis=1&sec=1&idPub=199021&id=377836&idnota=377836

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Gobierno pide que declare Bartolome Mitre por la causa papel prensa!


El Gobierno pide las declaraciones de Magnetto, Videla, Herrera de Noble, y Bartolomé Mitre por la causa Papel Prensa

A través del Secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner pidió la declaración indagatoria de Jorge Rafael Videla, José Alfredo Martínez de Hoz, Laura Ernestina Herrera de Noble, Héctor Magnetto y Bartolomé Luis Mitre, entre otros, por la causa que los involucra con “apropiación ilícita” de Papel Prensa durante la última dictadura, ante el Juzgado Federal 3 de La Plata.

Duhalde llevó a cabo la querella con el patrocinio del secretario de Protección de los Derechos Humanos, Luis Alén, y el Procurador del Tesoro, Joaquín Da Rocha, quien en el día de la fecha no se hallaba en el país, pero “la ratificará posteriormente”.

“El Poder Ejecutivo Nacional -al que esta Secretaría representa- entiende que los hechos de esta querella constituyen graves delitos previstos por derecho penal internacional y que configuran violaciones a los derechos humanos”, señala textualmente el escrito.

En el mismo, se pide investigar los hechos “que constituyen delitos de lesa humanidad” en pos “alcanzar la verdad histórica en cuanto al destino e identificación de las víctimas”.

Invoca prescripciones de la Constitución Nacional, las declaraciones Americana y Universal de Derechos Humanos, convenciones y pactos internacionales, la querella se remite también al Código Procesal Penal de la Nación “por la apropiación ilícita de la empresa Papel Prensa S.A.”

Se nombran los delitos de “extorsión, privación ilegítima de la libertad, tortura, vejaciones y asociación ilícita”, para la obtención de Papel Prensa, donde “resultaron víctimas Juan Graiver, Eva Gitnacht de Graiver, Enrique Brodsky, Isidoro Miguel Graiver, Lidia Haydeé Brodsky de Graiver, Lidia Elba Papaleo de Graiver, Rafael Ianover, Lidia C. Gesualdi y Silvia Fanjul”.

“Las torturas seguidas de muerte de Jorge Rubinstein (…) deben calificarse como crímenes contra la humanidad y, por ende, imprescriptibles”, dijo Duhalde durante la presentación.

Emilio Eduardo Massera, Raymundo Juan Pío Podestá, Sergio José Peralta Ramos, Marcos Peralta Ramos y Hugo Fernando Peralta Ramos, fueron también llamados a declarar por parte de Duhalde.

El escrito cuenta con 200 páginas, y aborda la legitimación de la Secretaría de Derechos Humanos para querellar, y ofrece una descripción de “los grandes beneficiarios” civiles y el papel de “los grandes medios de prensa asociados con la dictadura”, aludiendo a Clarín y La Nación, y su maniobra para quedarse con Papel Prensa.

En otro trayecto del texto, Duhalde fundamenta “la coerción genérica al Grupo Graiver y su temor -terror- fundado, por medio de intimidación y amenazas, con el que se obligó a varios de los damnificados a vender las acciones de Papel Prensa S.A. a los diarios Clarín, La Nación y La Razón”. Acciones concertadas “junto a las más altas cúpulas del gobierno de facto

martes, 14 de septiembre de 2010

Testamento olografo de Luis Mitre,Clarin y La Nacion ocultan la verdad del expediente!







El testamento olografo millonario de Luis Mitre y las cuatro horas que demoran familiares en avisar a la policia-.-

Se reactiva la causa Mitre:El testamento olografo que dejo? Aunque Jorge Asís es pesimista, la causa por el asesinato de Luis Mitre podría reactivarse en poco tiempo. El mismo Asís alude en su último artículo al testamento ológrafo que habría dejado el ex accionista de La Nación y que nadie encontró. Aunque la Justicia no tenga la menor idea si en las horas previas a llamar a la policía se estuvo buscando en los placares del muerto un sobre que decía “Luis Emilio Mitre, testamento ológrafo”, habría más de dos personas ajenas a la familia que conocerían esa historia. En los próximos días podría haber novedades que por efecto simpático muevan el expediente de ese crimen impune. Segun testigos, Luis Emilio Mitre en el mes de diciembre,el mes de su muerte,estaba ultimando detalles de su testamento que oscila entre 25 y 35 millones de dolares.Tambien estan siendo investigadas las finanzas de los hermanos Mitre. Segun se desprende de la causa la familia Mitre y allegados demoraron mas de cuatro horas en dar aviso a la policia cuando descubrieron el cadaver http://www.blocdeperiodista.com/search?q=SE+REACTIVA+LA+CAUSA+MITRE

domingo, 12 de septiembre de 2010

Coco Chanel y Xul Solar unidos en la moda!


A.Y Not Dead, Cocó, Xul Solar, y una campaña de total denim

La inspiración de la campaña de AY not Dead par el verano unifica dos mundos disímiles: Cocó Chanel y el artista argentino Xul Solar. Por eso, hay una versión lisérgica del trajecido de tweed en tonos magenta y violáceos, las remeras y sweaters a rayas de escote bote inspiradas en los marineros, las carteras con cadenas, y las camisas cerradas con moño.
Xul Solar aporta el color, las estampas vibrantes y geométricas. Todo desarrollado a tono con muchas de las tendencias del momento: el animal print que ya es un clásico de la marca, los cierres relámpago, las maxiflores, las calzas, los minivestidos y los zapatos de stripes. Los tonos: pasteles, nude y blanco y negro, combinados con tonos shocking en magenta, naranja, violeta, entre otros.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Cien años del nacimiento de Manuel Mujica Lainez


Manucho por cien
Se cumplen hoy cien años del nacimiento de Manuel Mujica Lainez, el célebre autor de “Misteriosa Buenos Aires”.

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Link sábado, 11 de septiembre de 2010

Contar fue —voy a utilizar dos palabras de raíz religiosa— una vocación y una predestinación de Manuel Mujica Lainez, el escritor argentino que vivió entre 1910 y 1984 y dejó una obra numerosa, narrativa en su mayor parte pero también poética y ensayística, si se tolera el abuso de estirar este vocablo hasta abarcar la biografía, el artículo de tema literario o histórico y la nota de viaje; todo lo que no es resultado de la pura invención, aunque la incluya en alguna medida. Tradujo, además, medio centenar de sonetos de Shakespeare y piezas teatrales de clásicos franceses.

Durante la infancia se nutrió de relatos y libros. Su abuela Justa Varela de Lainez y en particular sus tías Lainez sabían las cosas más insólitas y se complacían en narrarlas con prodigalidad ante el fascinado niño. No pocos de esos relatos concernían a la propia familia y tocaban a personajes y sucesos de la historia argentina, sobre todo a la historia intelectual.

Por los Varela se emparentaban con dos figuras sobresalientes de las letras nacionales: Juan Cruz Varela, poeta neoclásico, admirador del español Manuel José Quintana y autor de dos tragedias clásicas, de augustas odas dedicadas a héroes y victorias de las guerras de la Independencia; y Florencio Varela, uno de los más notables periodistas de su tiempo, ambos proscritos durante la tiranía de Juan Manuel de Rosas.

Justa Varela fue mujer de Bernabé Lainez Cané, por el cual, en la sangre de nuestro escritor, corría también la de otro clásico de las letras argentinas, Miguel Cané, autor de Juvenilia y fiel exponente de la llamada generación del 80, formada por hombres que amaban la cultura, las artes, los viajes, la conversación y el refinamiento, ciudadanos de un Buenos Aires cosmopolita y próspero, aunque también babélico y contradictorio.

Con ellos tenía Mujica Lainez, por temperamento y formación, muchos puntos de contacto. Hay que añadir que la madre del escritor, Lucía Lainez de Mujica Farías, era mujer de cultura poco común, que escribía con gracia y elegancia, según lo demuestra su libro Recordando..., memorias de su permanencia en Francia.

El primer Mujica establecido en el Río de la Plata, a mediados del siglo XVIII, fue Juan Bautista de Mújica y Gorostizu, vasco por todos lados, unido en matrimonio con una descendiente de otro vasco, nada menos que Juan de Garay, quien fundó Buenos Aires en 1580. Estas referencias genealógicas no son impertinentes en el caso de Mujica Lainez, pues en su vida y en su obra importaron.

El orgullo de la prosapia —inalterable en el transcurso de la historia, desde la nobleza por la gracia de Dios hasta la procurada por las armas o por el dinero— se reitera en el autor, tanto en sus obras argentinas, con personajes de sobria ascendencia, como en las de tema europeo, en las que espejean escudos de armas de familias reales y de antiguo y preclaro origen. El escritor publicó, en la revista El Hogar, entre 1947 y 1948, nueve notas con el título general de “La historia viva en nuestras casas tradicionales”, fruto de investigaciones documentales y de frecuentaciones amistosas.

Las notas pueden leerse en Los porteños (Ediciones Librería de La Ciudad, 1979). La curiosidad por los abolengos, sin embargo, no lo desvió jamás del primordial aprecio dispensado a la belleza, la gracia y la inteligencia como rasgos parejos a la nobleza.

Prehistoria del narrador

Mujica Lainez mostró muy tempranamente su vocación por las letras. De la infancia data una comedia, y de la adolescencia, cuando cursaba sus estudios secundarios en la Ecole Descartes, de París, un poema, redactado en francés y en alejandrinos, en el cual solicitaba clemencia al jefe de celadores para que los librara a él y a sus compañeros de una dura penitencia.

Los versos ablandaron al celoso custodio del orden escolar y descubrieron en el alumno la aptitud para componerlos circunstancialmente y con calidad propia de consumado repentista. Cuántas veces iba a exhibir esta sorprendente aptitud, registrada, en parte, en el inédito Cancionero de La Nación (el diario del cual fue redactor durante casi cuarenta años) y, en parte, en la memoria de sus amigos.

De esa época se ha conservado una breve y también inédita novela, en francés, titulada Louis XVII. En la dedicatoria del único ejemplar que existe, mecanografiado y con fina encuadernación, el autor no oculta el orgullo de sus catorce años: “À Papa, mon premier livre”. En el transcurso de nueve capítulos se desarrolla la historia de un personaje que ha perdido la razón y se cree Luis Carlos, el Delfín de Francia, segundo hijo de Luis XVI y María Antonieta, encerrado en el Temple (viejo monasterio de los templarios) y proclamado Luis XVII por los nobles exiliados, luego de la ejecución de sus padres. El Delfín murió en la prisión en 1795, pero algunos creyeron que se le había facilitado la huida y que en su lugar había quedado un niño enfermo.

Amparándose en esta suposición, ciertos intrigantes, luego de la caída de Napoleón I, trataron de hacerse pasar por el hijo del rey decapitado. Un cuarto de siglo después retomó Mujica Lainez el tema en “La escalinata de mármol”, de Misteriosa Buenos Aires, donde se deja entrever que el Delfín, con el nombre de Pierre Benoit, murió en Buenos Aires.

Luego de este intento —más bien ejercicio escolar avanzado, Mujica Lainez advirtió que para llegar a ser un verdadero escritor debía sumergirse hondamente en las aguas del propio idioma. Sin embargo, se dio el gusto de redactar en francés, mucho más tarde, “Le royal Cacambo”, de Misteriosa Buenos Aires.

Cumplida la experiencia europea (París y Londres) entre 1923 y 1925, concluyó en su ciudad natal los estudios secundarios, comenzó y abandonó los universitarios en la Facultad de Derecho y fue fugaz funcionario en el Ministerio de Agricultura y Ganadería. El período de transición e indecisión concluyó cuando se dedicó, y para siempre, al periodismo; primero, y por poco tiempo, en la sección de noticias del interior del diario La Razón, y luego, a fines de 1932, en la redacción de La Nación.

Ensayo y ficción

En el fértil 1934 (el autor tenía 24 años) comenzaron a aparecer en La Nación páginas basadas en lecturas españolas. Respiraba el escritor aires hispánicos no sólo en la literatura sino en el trato asiduo con personajes de los Cursos de Cultura Católica, de quienes se apartó cuando, en la Segunda Guerra Mundial, algunos de ellos —entre los cuales había amigos de la infancia— tomaron partido por nazis y fascistas. Mujica Lainez se puso del lado de los Aliados. Dos años después, aquellos trabajos aparecieron reunidos en Glosas castellanas, su primer libro. Lo integran ocho ensayos literarios, muestras de su inmersión en la lengua española y su literatura.

La serie titulada “Prosas quijotiles” se inclina hacia la ficción, pues el elemento imaginativo tiene en ella papel preponderante: invención del autor a partir de la invención cervantina. “El cura y el barbero” cuenta cómo los dos personajes, leyendo algunos libros de la biblioteca de Don Quijote, después del escrutinio que salva o condena obras literarias, conciben la idea de emprender, a su vez, aventuras quijotescas.

Los duques de la “prosa” así denominada aparecen como esclavos de sus quimeras. En “El pintor de Don Quijote”, el escritor supone que tal artista es El Greco y, en “El escepticismo de Sancho”, éste confunde a verdaderos bandoleros, que lo maltratan, con carneros, al revés del amo.
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Fiel a la Historia desmitificada, humanizada, Mujica Lainez publicó a continuación tres biografías de escritores argentinos: su pariente Miguel Cané, el romántico, padre del citado autor de Juvenilia (1942), y dos poetas gauchescos, Hilario Ascasubi (1943) y Estanislao del Campo (1946), tríptico en el que se anuncia aventajadamente el narrador artista pronto a demostrar su cabal madurez. En la misma década aparecieron dos obras fervorosamente dedicadas a su ciudad: Canto a Buenos Aires (1943), en verso, y Estampas de Buenos Aires (1946), en prosa.

Cuentos encadenados

Luego de esta larga, minuciosa y ejemplar preparación, el escritor dio a conocer, en el umbral de la cuarentena, Aquí vivieron (1949) y Misteriosa Buenos Aires (1950). Los forman cuentos compuestos especialmente para encadenarse en estos dos libros de estructura semejante, próximos a la novela. El primero se sitúa espacialmente en los Montes Grandes, luego barrancas de San Isidro, y el segundo, en Buenos Aires.

Temporalmente abarcan casi cuatro siglos de vida argentina. Además del título, cada cuento lleva la indicación del año en que transcurre. En La Nación aparecieron “Huecufú” (1947), “Crepúsculo” (1949) y “Un granadero” (1950). Los dos últimos se incorporaron más tarde a Misteriosa Buenos Aires. En cambio, “Huecufú”, destinado en principio a encabezar Aquí vivieron, quedó fuera.

Huecufú es un duende que asiste al combate del 15 de junio de 1536 entre españoles e indígenas y advierte la presencia de los ángeles blancos y los ángeles negros que, invisibles, participan de la lucha. Luego de la derrota de los indios, desaparece. Una nota del autor dice: “Comienza con este relato la ‘biografía’ de un solar de los alrededores de Buenos Aires. Como siempre, en el principio está lo mitológico”.

Aquí vivieron lleva como subtítulo “Historias de una quinta de San Isidro, 1583-1924”. Siguiendo su costumbre, el autor consigna las fechas de composición de los cuentos, entre el 7 de mayo de 1947 y el 5 de mayo de 1948. Ocho de los veintitrés relatos se desarrollan durante la Colonia y los demás en la Argentina independiente.

En ellos lo histórico gravita tanto en los ajustes que exige cada época como en las referencias a personajes y situaciones oficiales y en los detalles del escenario que va modificándose con el paso de los años. Es materia que Mujica Lainez domina ya perfectamente. Tal dominio le permite inventar con libertad y, al mismo tiempo, con propiedad histórica. El margen de libertad se amplía gracias a que los protagonistas de los relatos no son personajes públicos y notorios, de actuación ya establecida, sino gente común de las diversas épocas del transcurso temporal.

En el breve prólogo de la edición de 1962, la tercera, el autor manifiesta su predilección por el libro. “Lo quiero especialmente, quizás porque las imágenes que lo forman están íntimamente enraizadas en lo hondo de mi infancia y de mi adolescencia y porque, si alguna rara vez lo recorro todavía, me trae el perfume del viejo San Isidro, que es el de mis años distantes, intenso y secreto”.

Cuando allí se construye una quinta, los cuentos comienzan a encadenarse y a formar una trama que abarca el conjunto, sin que las narraciones pierdan independencia. Los miembros de una familia reaparecen en varias. Son los moradores de la quinta que se menciona, por primera vez, en “Los amores de Leonor Montalvo”, la hija adolescente de un pulpero de la ciudad, de la cual se prenda Don Francisco Montalvo, hidalgo cuarentón y adinerado.

Su amigo, el capitán Domingo de Acassuso “edificaba a la sazón una iglesia, cumpliendo un voto, a cinco leguas de la ciudad, frente al Río de la Plata. Crecía en torno una población titubeante, que empezaba a llamarse San Isidro en homenaje al santo labrador a quien estaba consagrada la capilla. En 1718, un año después de la boda, Montalvo adquirió allí una propiedad sobre la barranca...”.

La casa que allí hace construir es la jaula en la que encierra a su joven esposa. Más tarde, el dueño es Fernando Islas de Garay, descendiente (como el mismo Mujica Lainez) del fundador de Buenos Aires. En “El poeta perdido” se habla de otros parientes del escritor, mucho más cercanos: Fray Julián Perdriel, Juan Cruz Varela, Miguel Cané (padre) y Misia Bernabela Andrade. Una Islas se casa con un Montalvo, remoto pariente de los primitivos dueños de la finca, y de esa unión nace Francisco, el poeta romántico. Al quedar huérfano, vive con su tía Catalina Romero de Islas, dueña de un collar de rubíes que tiene una historia particular dentro de la serie.

La quinta de San Isidro pasa luego a manos de Teresa Rey de Montalvo, viuda de Francisco, y, más tarde, a las de Diego Ponce de León, que “alimentaba la locura del arte, la fiebre de los objetos” (“El coleccionista”), y concluye por perder su fortuna (“El dominó amarillo”); la quinta se degrada y finalmente el terreno se lotea y se vende (“Muerte de la quinta”). El tiempo y la decadencia son temas que se destacan ya como característicos de Mujica Lainez, como igualmente cobra relieve la visión plástica del escritor para animar escenas en las que formas y colores resaltan.

En algunos de los cuentos se verifican los choques de fantasía y realidad que mostraban los primeros relatos del escritor, pero realzados por situaciones en las que alucinaciones, visiones, espectros, fantasmas, hechicerías propias de cultos africanos, amores ambiguos y prohibidos, odios y resentimientos irrumpen en la realidad superficial. En “El camino desandado”, un escribiente es testigo del aquelarre en el cual se corporizan mágicamente seres y hechos ocurridos en el lugar. El lenguaje del escritor perfecciona un dejo español subrayado a veces por arcaísmos, por el constante leísmo (“la negra le mató con su propio cuchillo”) y la utilización esporádica de los pronombres enclíticos, como en el caso de “animábanse las pausas de silencio”.

Cuentos de Buenos Aires

Poco después de concluir Aquí vivieron, inició —el 20 de octubre de 1948— Misteriosa Buenos Aires, una obra maestra. Le puso punto final el 18 de octubre de 1950. Siguió el mismo plan del libro anterior, en un orden cronológico que los títulos de los cuarenta y dos relatos van indicando. Pero como el espacio se ha ampliado y del solar sanisidrense ha pasado a abarcar a Buenos Aires —la precaria Buenos Aires de los años coloniales y los primeros de la Independencia—, los lazos entre personajes casi no existen.

El único factor de unidad es, ahora, la propia ciudad. Ante todo, Mujica Lainez vuelve a desarrollar su propósito de restituir al pasado la dimensión humana. La vida de ayer ha sido como la de hoy y es preciso situar el relato histórico en ese contexto fundamental, sin el cual seres y hechos se deshumanizan.

“Quienes pretenden que los seres que poblaron nuestro territorio desde la fundación de las ciudades, lo mismo en la zona de San Isidro que en cualquier lugar de la patria, no fueron hombres y mujeres de carne y hueso, se equivocan. Los que se forman esa idea de nuestros mayores acumulan sobre su muerte la sospecha de que en realidad no han vivido nunca. Y no hay tal. Vivieron. Y hasta es posible que vivieran con mucha más intensidad que nosotros mismos; con la intensidad que da el aislamiento, gran madurador de pasiones” (La Nación, 5 de julio de 1949, en una comida en su homenaje).
...
Mujica Lainez fiel a sí mismo

No fue Mujica Lainez un innovador ni perdió el sueño por el afán de situarse en las líneas de vanguardia. Como Borges, se mantuvo siempre fiel a sus convicciones, como escritor y como hombre, aun cuando marchara contra la corriente y se ganara enemigos. Era un escritor de personalidad perfectamente definida, seguro de sí mismo. Sus temas y su estilo de escritura obedecían a inclinaciones profundas y a una preparación que, como se ha visto, fue larga y minuciosa.

Por temperamento y por formación, coincidía con el realismo decimonónico que culminó con Marcel Proust; no el realismo de Balzac sino el de Flaubert, Stendhal, Henry James y el del maestro de En busca del tiempo perdido, reveladores de un mundo refinado y a veces aristocrático, muy afín al propio mundo del autor porteño.

En el ámbito de las letras argentinas, estas características lo distinguieron tanto de los novelistas del 80, adictos al naturalismo, como de los realistas urbanos, como Manuel Gálvez, o rurales, como Benito Lynch. Ya me referí a la filiación modernista de Mujica Lainez, a través de la fascinación provocada por La gloria de Don Ramiro, de Enrique Larreta, patente en Don Galaz de Buenos Aires pero atemperada en adelante. No perteneció a ninguna de las generaciones reconocidas en su tiempo.

Era adolescente cuando Borges trajo de España el ultraísmo, manifestación española de la vanguardia, expandida luego y origen del singular florecimiento literario de la generación martinfierrista. Fue, sobre todo, una generación de poetas, como la posterior generación del 40. En adelante, la madurez del escritor lo alejó de tendencias y capillas. Tampoco formó parte de la revista Sur, dirigida por Victoria Ocampo, dedicada a dar a conocer a nuevos escritores de Europa y de América.

Sólo tardíamente colaboró en ella. En la década del 30, la de los comienzos de la famosa revista, el joven escritor, según se ha visto, hacía su aprendizaje, su “academia”. Los libros iniciales y los siguientes tenían pocos rasgos en común con los gustos y las tendencias de la gente de Sur. Desde el punto de vista de sus ideas, así como se pronunció en favor de los Aliados durante la Segunda Guerra Mundial, formó parte de la oposición al régimen instaurado por Juan Domingo Perón, y no coincidió con las izquierdas ni con los progresismos cuando éstos ascendieron a un primer plano en el ámbito de la cultura.

Fiel a sí mismo, al personaje que se había forjado, padeció no pocos embates de quienes lo consideraban sobreviviente de una época superada. Pasado el tiempo, sus libros han seguido su propio camino, y su poder de seducción les ha conquistado lectores fieles, dispuestos a saborear el placer de leer a quien irradió siempre el placer de contar. Jorge Cruz

viernes, 10 de septiembre de 2010

julian weich recibe a Jose Chiappetta,campeon olimpico de Pool y Billar


Jose Chiappetta el flamante Campeon Olimpico de Pool y Billar hara una exhibicion el miercoles proximo por Telefe, en en el programa del gran conductor Argentino julian weich (Justo a Tiempo)Sera en horario central y se podra apreciar sus habilidades en el arte del Pool y Billar mundial.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Xul Solar, pintor del misterio




Nota publicada onlinelunes 30 de agosto, 2010Volver al home
Xul Solar, pintor del misterio
Ciclo de Conferencias en Palacio Duahu sobre Arte Contemporáneos de América Latina

Con el título Xul Solar, pintor del misterio llega el segundo encuentro en el ciclo de conferencias de Arte Contemporáneos de América Latina que se
realiza el 8 de septiembre, a las 19 hs, en el Palacio Duhau - Park Hyatt (Salón Posadas: Posadas1350). En esta oportunidad, la conferencia está a
cargo de Álvaro Abos y se realiza en el marco de la exhibición del Paseo de las Artes del Palacio Duhau Xul Solar: explorador del universo curada por
la Galería Rubbers, que se podrá visitar a partir del 3 de septiembre. El encuentro será moderado por la Alicia de Arteaga.

Para asistir a la conferencia, los interesados pueden inscribirse por teléfono: 4775 8802 o por vía mail: conferencias@artealdia.com

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Alianza para el crímen: Magnetto, Mitre y P. Peralta Ramos


Alianza para el crímen: Magnetto, B. Mitre y P. Perlata Ramos con la Dictadura de Videla

Hasta ahora todos los juicios y las condenas que merecieron los genocidas de la dictadura de Videla, Massera, Agosti y otros... fueron justamente a los que se ensuciaron las manos con sangre en las mesas de tortura, pero nunca habían sido tocados los verdaderos responsables e instigadores de semejante locura asesina: los civiles.

A raíz de los "hijos adoptivos" de la dueña del Grupo Clarín (Ernestina Herrera de Noble) y ahora, con la investigación de la apropiación por ese grupo y por La Nación y La Razón de la empresa Papel Prensa, se comienza a develar la vinculación directa entre militares y civiles y los negocios absolutamente oscuros que perpetraron juntos y para lo cual necesitaron de represión salvaje, tortura, asesinatos y la desaparición de 30 mil personas...

Cada vez queda más claro.


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Papel Prensa: la alianza entre los tres diarios y las tres armas

Las pruebas que vinculan a Magnetto con el interrogador de los Graiver

Tiempo Argentino accedió a expedientes secretos del Ejército: la burocracia criminal dejó expuesta la trama del despojo a Lidia Papaleo. Basada sobre las conversaciones con los directores de Clarín, La Nación y La Razón, la dictadura diseñaba “los interrogatorios” a los detenidos en los campos de exterminio. Todos los documentos.

Ya nada será igual, nada, después de la publicación de estos documentos secretos a los que Tiempo Argentino accedió de manera exclusiva. Se trata del epílogo a una intensa labor de este colectivo de trabajo periodístico que durante seis meses investigó el robo a los Graiver de Papel Prensa por parte de los diarios Clarín, La Nación y La Razón, en alianza con la dictadura de Videla y Martínez de Hoz. Ya no quedan dudas sobre el despojo accionario. Tampoco, sobre quiénes son las víctimas y quiénes los beneficiarios en esta dolorosa historia. Pero había, sin embargo, interrogantes sobre el nivel de participación de los accionistas de los tres diarios en los crímenes de lesa humanidad que hoy investiga la justicia. Faltaba algo que uniera al implacable torturador de Lidia Papaleo de Graiver en Puesto Vasco con los impolutos ejecutivos que en la City porteña decidían silenciar las atrocidades del genocidio que se devoró a una generación de argentinos. Faltaba, es cierto.
Hasta hoy.
Los cuatro documentos clave que se publican en estas páginas fueron producidos el 7 de abril de 1977, a las 10:30 y a las 16:30; y el 9 de abril del mismo año, a las 8:40 y a las 20. Habría que remontarse al instante preciso en que un represor, oficial del Ejército Argentino, encabezaba un sumario con la leyenda “Diligencia dejando constancia”, mientras los aullidos de las víctimas flotaban en el espeso aire de un país hundido en la tragedia. Es importante situarse en la época. El terrorismo de Estado ya había desaparecido a 15 mil personas, mandado a prisión a otras 10 mil y asesinado a otras 4 mil, en apenas un año. [1] La justicia había respondido en forma negativa a más de 7 mil habeas corpus. La Junta Militar –la del golpe de 1976, la de Jorge Rafael Videla, Emilio Eduardo Massera y Orlando Ramón Agosti– también había declarado caducos los mandatos de la presidenta constitucional de la Nación (Isabel Martínez de Perón), de los gobernadores y vicegobernadores de las provincias; disuelto el Congreso Nacional, las legislaturas provinciales, la Sala de Representantes de Buenos Aires y los consejos municipales de provincias; removido la Corte Suprema, suspendido la discusión política y los partidos políticos, y prohibida las actividades gremiales, profesionales y estudiantiles. [2]
Para entonces, los primeros 25 cuerpos mutilados de opositores a la dictadura ya habían aparecido en las costas uruguayas, dejando la huella inicial sobre los “vuelos de la muerte”, en que a los detenidos se los arrojaba vivos al Río de la Plata desde aviones militares. También se había descubierto un cementerio lacustre en el Lago San Roque de Córdoba. Nada de eso, sin embargo, informaban Clarín, La Nación y La Razón, los diarios oficialistas del terror. Tenían sus razones. No eran, como se quieren presentar ahora, los custodios de la libertad de expresión: eran socios de los verdugos.
Junto a Videla, habían puesto en marcha la primera y única fábrica de papel para diarios de todo el país, la más importante productora de pasta de celulosa de Sudamérica. La que le habían robado, por medio de presiones y humillaciones, a los Graiver. [3] La maniobra quedó registrada en documentos secretos. La burocracia criminal era eficiente.
El primer documento que publica Tiempo Argentino, del 7 de abril de 1977, lleva la firma del “oficial Superior Preventor Oscar Gallino”. El militar estaba a cargo de la “investigación”: un eufemismo para referirse a la sucesión de tormentos que se le practicó a toda la familia Graiver en el circuito Camps. El acta que refrenda revela que, mientras Lidia Papaleo era torturada, Gallino recibía “a los Directores y Asesores letrados de los diarios La Nación, La Razón y Clarín, quienes concurren con motivo de la adquisición del paquete accionario del Grupo ‘Fundador’ de Papel Prensa”.
Gallino era general de brigada. Un represor salvaje. Desde febrero hasta abril de 1976, había desempeñado el cargo de subdirector del centro clandestino de detención El Tolueno (en la fábrica militar de tolueno sintético) de la zona 4 (Campo de Mayo). Entre sus medallas de combate, se contaba la cacería de los militantes del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) que habían intentado copar el Batallón 601 Domingo Viejo Bueno, en Monte Chingolo.
Antes de que Ramón Camps diseñara bajo las órdenes de Videla, el “Operativo Amigo” –complemento del despojo accionario de Papel Prensa–, que culminó con toda la familia Graiver en la mesa de torturas, mantuvo una reunión en la Casa Rosada con el máximo dictador, los jefes del Estado Mayor, el director de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), el ministro del Interior y el jefe de la Policía Federal. (Los detalles de la designación de Gallino quedaron impresos en la página 18 y 19 del libro de Camps, El poder en las sombras, publicado por RO. CA, en 1983.)
En ese cónclave de la cúpula del aparato represivo que azotó al país hasta 1983, se decidió –con la anuencia de Videla– que Gallino reunía los requisitos necesarios para convertirse en el “oficial instructor”, es decir, en el interrogador del caso Graiver.
Vale aclarar que los interrogatorios, en aquel tiempo, se hacían a punta de picana. No había abogados defensores, sólo electricidad que recorría el cuerpo de personas indefensas. La defensa de la familia secuestrada en los campos de exterminio quedó a cargo de un teniente coronel, puesto a dedo por el propio Gallino.
Con ese tan eficaz como implacable jefe de torturadores se reunían, según los documentos que se reproducen por primera vez, “los directores de Clarín, La Nación y La Razón”. Dicho así, con la frialdad del papel sumarial, también se oculta algo. ¿Quiénes integraban el directorio de esos diarios para la fecha en que la que los represores vejaban sexualmente a Lidia Papaleo de Graiver? Tiempo Argentino fue a buscar la respuesta al Boletín Oficial. Allí, para la Historia, quedaron registrados los nombres de los que participaban en las amigables tertulias con Gallino: Héctor Horacio Magnetto, Bartolomé Luis Mitre y Patricio Peralta Ramos. [4]
En el otro documento, el del 9 de abril de 1977, es decir, producido dos días después de la reunión antes mencionada, Gallino volvió a dejar asentado que se reunió con “el secretario de Industria, Raymundo Podestá, los presidentes de los directorios de La Nación, Clarín y La Razón, que son los adquirentes del paquete accionario del ‘Grupo Fundador’ de Papel Prensa, que representa el 26 por ciento del total del paquete accionario”. ¿Cuál era el objeto de esas reuniones? Gallino lo dice: “Producir sendos informes.” ¿Para qué servían esos “sendos informes”? También Gallino responde a eso. Da escalofríos reproducir su respuesta: “Se preparan los interrogatorios a tomar el once de abril de 1977.” Lo dice el represor, el oficial preventor, el jefe de los torturadores de Puesto Vasco. Magnetto, Mitre y Peralta Ramos se reunían con el represor para “producir sendos informes” sobre Papel Prensa y luego, el militar Gallino elaboraba las preguntas que debían soportar los Graiver en los camastros de tortura.
Otro documento secreto del Ejército Argentino revela cómo Gallino interrogaba a Isidoro Graiver. Le interesaba conocer los detalles del vínculo con su cuñada Lidia Papaleo, la minuta de las transacciones comerciales y, principalmente, obtener la información que necesitaran para destrozar a su grupo económico. Lo mismo ocurrió con Eva Gitnach de Graiver, la mamá de David, a quien sentaron frente al Consejo de Guerra para interrogarla: “¿Participó en la venta de acciones de Papel Prensa?” “Sí”, contestó. “La llevaron a firmar la venta, pero no participó en las reuniones previas en que se decidió dicha venta.
–Preguntado: ¿Actuó en el movimiento pro liberación de Cuba?
–Contestó: No sabe qué es.” [5]
¿Cómo era el proceso? Todo quedó por escrito. Gallino se reunía con Mitre, Magnetto y Peralta Ramos. Con ellos armaban las preguntas. El Consejo de Guerra Especial Estable número 2, del Comando Zona 1 (a cargo del I Cuerpo de Ejército, con asiento en Palermo, y jurisdicción sobre casi toda la Ciudad de Buenos Aires, la provincia de Buenos Aires y La Pampa), les “tomaba declaraciones” a los prevenidos, es decir, interrogaba a los secuestrados (los Graiver y sus empleados). Se realizaba una “prevención sumarial”, es decir, un expediente, como resultado del interrogatorio tomado por “el Oficial Superior Preventor” (sí, Gallino). Y ese material, mientras quedaba registrado en el expediente del Ejército Argentino, también era remitido al juzgado que llevara adelante la causa, para blanquearlo –cuando la ocasión se presentara– ante el fuero judicial. En el caso de los Graiver, el operativo de “legalización” lo hizo el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Civil Número 6, a cargo de Hugo Molteni (Secretaría Número 11, Ana Benaventano). [6] Así de ilegal, así de perverso.
La maquinaria asesina se entrelazaba con la económica. Además de controlar el movimiento, la información y hasta a los vendedores de Papel Prensa, a quienes tenían secuestrados, Gallino tuvo tiempo de abrir una cuenta en el banco para depositar los millones del botín de guerra. No sólo torturaban: además se quedaban con la plata de las víctimas.
Así quedó establecido en una carta que el propio Gallino le envió al entonces presidente del Banco Central de la República Argentina. “Una investigación de carácter reservado, que por orden de las autoridades superiores del Ejército, se encuentra a mi cargo”, [7] empezó explicando. Se refería a la causa Graiver. Y por ese motivo, aseguraba, necesitaba la apertura de una cuenta a su nombre, en la que se depositaran los cheques y se aceptaran los títulos y bonos. Fue el 13 de abril de 1977. Pretendía que los “resultantes de amortización y rentas sean depositados en la cuenta”.
Hasta ese momento, los Graiver estaban desaparecidos. Por eso, Gallino no podía explicar cuál era la investigación a su cargo. Sabía que, en poco tiempo más, la Junta ordenaría los papeles y haría coincidir las fechas y los pedidos con sus delitos.
Por eso, para terminar la carta, Gallino advierte que “una vez promulgada la Ley correspondiente a la investigación señalada se incluirá en la cuenta el número de la misma”. Primero se ejecutaba, y después se hacía encajar una ley a medida del despojo. ¿Esta es la “seguridad jurídica” que esgrimen los diarios oficialistas del terror?
El general de brigada Gallino se depositó $ 2.130.000 en efectivo y, en cheques (entre ellos del Banco Comercial de La Plata), $ 1.042.356,26; un total de $ 3.173.356, 26. Y hay más: les arrebató a los Graiver más dinero en efectivo, por U$S 21.071, 37; títulos y acciones en diferentes empresas. Para el ’77, una hectárea en la región de La Pampa Húmeda –la zona más rica del planeta en materia de ganadería y agricultura– valía en promedio U$S 3300.
Al día siguiente, el acta secreta de la Junta Militar en el “Item 1, Papel Prensa SA”, devela la estrategia final de la dictadura y los tres diarios: “Evitar que la suma correspondiente a las acciones ingrese al Grupo Graiver o a su sucesión.” [8]
El 12 de abril secuestraron a Rafael Ianover, el último eslabón del grupo. Ya toda la familia estaba en el limbo de las desapariciones y el entramado empresario desarticulado. La Junta Militar sabía que tenía que evitar que el dinero producto de la venta terminara siendo administrado por el juez de la sucesión, abierta tras la misteriosa muerte de David Graiver. ¿Cómo podían lograr que la justicia no interviniera? Determinando un poder superior al judicial: el del secuestro y la interdicción (privación de un derecho civil). Así lo hicieron el 19 de abril. La Junta Militar reconoció, finalmente, tener detenidos a los Graiver y su entorno. Se les aplicó el artículo 2 del acta del 18 de junio de 1976, incisos “a”, “d” y “e”: perdían la ciudadanía y se les prohibía “administrar y disponer de sus bienes, hasta tanto justifiquen la legitimidad de la adquisición de los mismos”. La CO.NA.RE.PA, Comisión Nacional de Responsabilidad Patrimonial, lo haría en su lugar. El delirio del régimen llegó al paroxismo ese día, cuando la imputación fue realizada a dos personas ya fallecidas: David (cabeza del grupo) y Jorge Rubinstein (su mano derecha).
Todo esto parece surrealista. Inexplicable. Pero así ocurrió. La contundencia de los documentos elaborados por la burocracia asesina es inapelable. Se sabía que los represores no tuvieron límites y llegaron a los más bajo de la condición humana.
Pero no descendieron a esos infiernos en soledad.
Acá están las pruebas.

Por Cynthia Ottaviano y Juan Alonso

Fuente: Tiempo Argentino
http://ufaaaaaaa.blogspot.com/2010/09/alianza-para-el-crimen-magnetto-b-mitre.html

martes, 7 de septiembre de 2010

Las pruebas de los delitos de lesa humanidad en el caso Papel Prensa


Las pruebas de los delitos de lesa humanidad en el caso Papel Prensa
La justicia pedirá los documentos revelados por Tiempo Argentino
La investigación que dio a conocer los encuentros entre los directivos de Clarín, La Nación y La Razón con el torturador de la familia Graiver conmovió al ambiente político. Será estudiada por la Secretaría de Derechos Humanos.



La investigación que Tiempo Argentino publicó ayer prueba que Héctor Magnetto, Bartolomé Luis Mitre y Patricio Peralta Ramos (presidentes de los directorios de Clarín, La Nación y La Razón) se reunieron el 7 y el 9 de abril de 1977 con el jefe militar que mantenía cautiva a la familia del dueño de Papel Prensa. La noticia recorrió el espiral político (ver Opiniones) y se multiplicó en las redes sociales digitales. Fuentes de la Fiscalía Federal de Delitos de Lesa Humanidad de La Plata, que entiende en la causa en que se investiga la represión en el centro clandestino de detención Puesto Vasco, confirmaron que en las próximas horas pedirán la documentación.
La noticia sorprendió a los fiscales, mientras se preparaban para recibir a otro de los testigos, el ex testaferro de David Graiver, Rafael Ianover, quien dará su testimonio el miércoles, en el mismo ámbito en que lo hizo la semana anterior la viuda del empresario, Lidia Papaleo.
Las revelaciones también son estudiadas en estos momentos por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, que prepara su querella, sobre la base del informe Papel Prensa- La Verdad, para ser presentada en los próximos días.
Los documentos revelados en la edición del domingo por Tiempo Argentino demuestran que el militar encargado de los interrogatorios a la familia Graiver en el centro clandestino de detención Puesto Vasco se reunió, en las horas previas a esas sesiones de tortura, con los directores y asesores letrados de Clarín, La Nación y La Razón. El objetivo de esos encuentros era “producir sendos informes” y “preparar los interrogatorios a celebrar el 11 de abril de 1977”. Todo quedó registrado en las órdenes que Oscar B. Gallino, general de brigada, oficial Superior Preventor, escribió el 7 y el 9 de abril de 1977.
En las actas no figuran los nombres de los representantes de los tres diarios que compraron a bajo precio, en sintonía con la jefatura de las Fuerzas Armadas, las acciones de Papel Prensa. Pero Gallino especifica sus cargos: presidentes de directorio. Tal cual consta en el Boletín Oficial, en aquella época, esos sillones estaban ocupados por Héctor Horacio Magnetto (Clarín), Bartolomé Luis Mitre (La Nación) y Patricio Peralta Ramos (La Razón).
Después de la elaboración de “los interrogatorios”, el Consejo de Guerra Especial Estable N° 2, del Comando Zona 1 (a cargo del primer cuerpo del Ejército) interrogaba a los miembros de la familia Graiver y a sus empleados que habían sido detenidos. Luego se realizaba una “prevención sumarial” (un expediente) con los resultados de las declaraciones que tomaba bajo tormentos Oscar Gallino.
Otros papeles, dados a conocer por este diario, prueban que además de controlar los movimientos, la información y a los vendedores de Papel Prensa (a quienes secuestraron), Gallino abrió una cuenta en el Banco Nación para depositar, a su nombre, más de tres millones de pesos que eran propiedad de la familia Graiver. También los despojó de dinero en efectivo, cheques y acciones de diferentes empresas. Al día siguiente, un acta secreta de la Junta Militar en el “Item 1, Papel Prensa SA” deja asentado el plan: “evitar que la suma correspondiente a las acciones ingrese al Grupo Graiver o a su sucesión”.
El 8 de marzo de ese mismo año, 1977, secuestraron a Juan Graiver, padre de David, dueño de Papel Prensa. A la semana siguiente, el 14 de marzo, se produjeron los secuestros de la viuda de Graiver, Lidia Papaleo, junto a las secretarias de su esposo Silvia Fanjul y Lidia Gesualdi. El 4 de abril, Jorge Rubinstein –la única persona que podía manejar Papel Prensa después de la muerte de David Graiver– murió mientras lo torturaban. El 7 y el 9 de abril, Gallino se reunió en su despacho con los directivos de Clarín, La Nación y La Razón. Según dejó asentado, el encuentro le sirvió para preparar el interrogatorio del 11 de abril de ese mismo año.

Ofensiva de Magnetto y Mitre para obstruir la investigación judicial




La apropiación de las acciones de Papel Prensa
Ofensiva de Magnetto y Mitre para obstruir la investigación judicial
Publicado el 7 de Septiembre de 2010
Por Equipo de Política de Tiempo Argentino
Tras la publicación en Tiempo Argentino de los documentos que prueban sus encuentros con los interrogadores de los Graiver, los ejecutivos desplegaron una estrategia defensiva. En los hechos, implica considerarse imputados.

Los documentos revelados por Tiempo Argentino el último domingo no sólo provocaron escalofríos. Las actas que prueban las entrevistas que tuvieron Héctor Horacio Magnetto (Clarín), Bartolomé Luis Mitre (La Nación) y Patricio Peralta Ramos (La Razón) con el jefe militar que mantenía cautiva a la familia del dueño de Papel Prensa, hicieron saltar de sus despachos a los ejecutivos de los dos grandes diarios. La noticia de la jugada empresaria llegó por la noche a través de la agencia DYN. Allí se informó que Magnetto y Mitre se presentaron ante el juez federal de La Plata, Arnaldo Corazza. E hicieron una serie de planteos con un epílogo: que si no se hace a lugar a sus exigencias, se “suspenda la audiencia de Rafael Ianover y toda otra recolección de prueba, hasta tanto una instancia judicial superior analice la cuestión”. La estrategia quedó al viento: dilatar y obstaculizar.
Según la agencia de noticias, que ayer funcionó como canal de comunicación oficial de los socios mayoritarios de Papel Prensa, Magnetto y Mitre presentaron documentación para respaldar su versión. Entre los papeles que le hicieron llegar al juez le entregaron un ejemplar del libro Papel Prensa - La Verdad, la síntesis de la investigación que presentó la presidenta Cristina Fernández hace dos semanas.
La presentación, como se dijo, llegó con exigencias. Magnetto y Mitre le pidieron al juez estar presentes durante la declaración testimonial que debía prestar Rafael Ianover, ex testaferro de David Graiver, torturado en los centros clandestinos de detención Puesto Vasco y Pozo de Banfield. Un pedido extraño. Que coronaron con la pretensión de que si no se cumple, entonces deben suspenderse todas las actuaciones judiciales.
La declaración, a la que pidieron asistir, iba a realizarse mañana miércoles. Pero Rafael Ianover le confirmó a este diario que ayer pidió una postergación, porque ese día tiene turno para someterse a algunos estudios médicos. “Si el juez los autoriza a estar presentes, a mí no me importa. Me da lo mismo. Voy a dar mi verdad. Yo creo en la justicia”, aseguró Ianover.
Magnetto y Mitre se anticiparon a la presentación judicial que prepara la Secretaría de Derechos Humanos, a cargo de Eduardo Luis Duhalde, y que firmará como patrocinante el jefe de los abogados del Estado, el procurador del Tesoro, Joaquín Da Rocha. Pese a que todavía el documento no está terminado y no viajó a La Plata, el juez Coraza y el fiscal Romero ya tienen técnicamente la posibilidad de avanzar en la investigación. Los habilitó, sucesivamente, el juez en lo Comercial Eduardo Malde –al denunciar el contenido de las declaraciones de Lidia Papaleo y Rafael Ianover en una asamblea de Papel Prensa en la que narraron cómo habían sido presionados para firmar el traspaso de las acciones– y el magistrado Federal porteño Daniel Rafecas, quien se declaró incompetente y, antes de mandarle el expediente a su colega de La Plata declaró la “inescindibilidad” entre los hechos de privación ilegítima de la libertad y la “eventual comisión de delitos referidos a la transferencia” accionaria.
La noticia es que desde ayer los accionistas privados se consideran imputados. Una semana atrás, cuando Lidia Papaleo se presentó a declarar, todavía no habían reaccionado, aunque el abogado del Grupo Clarín intentó presenciar por la fuerza la declaración de la viudad de Graiver. La difusión de los documentos, hasta ahora secretos, que prueban que en las horas previas a los interrogatorios que padecieron los Graiver tuvieron reuniones con el general de brigada, Oscar B. Gallino, parecen haber introducido un cambio en la estrategia de los socios comerciales.
Por eso formularon el pedido para participar de todas las medidas de prueba que lleve adelante el juez. Aun si el juez Coraza decidiera, por ahora, no tenerlos como “parte” en la causa, la presentación del informe Papel Prensa - La verdad –que ambos le entregaron al juez– implica, en los hechos, una virtual autodenuncia. Algo así como expresar: “en este documento nos imputan y hay un decreto publicado en el Boletín Oficial que anuncia que nos acusarán. Si nos van a investigar, queremos ejercer el control desde el principio.”
El comunicado que difundió ayer DYN, en el que se señala que Magnetto y Mitre “pasaron a la ofensiva”, concluye con una confesión de parte y una amenaza: “Más allá del cuestionado informe, cabe destacar que la campaña oficial contra los nombrados y los medios periodísticos que integran, suma cada día nuevas mentiras y difamaciones propaladas a través del sistema de medios estatal y paraestatal, las que serán oportunamente llevadas a sede judicial.”
Las actas reveladas en la edición del domingo demuestran que el militar encargado de los interrogatorios a la familia Graiver en el centro clandestino de detención Puesto Vasco se reunió, en las horas previas a esas sesiones de tortura, con los directores y asesores letrados de Clarín, La Nación y La Razón. El objetivo de esos encuentros era “producir sendos informes” y “preparar los interrogatorios a celebrar el 11 de abril de 1977”. Todo quedó registrado en las órdenes que Oscar B. Gallino, general de brigada, oficial superior preventor, escribió y firmó el 7 y el 9 de abril de 1977.
En las actas no figuran los nombres de los representantes de los tres diarios que compraron a bajo precio las acciones de Papel Prensa. Pero Gallino especifica sus cargos: presidentes de directorio. Tal cual consta en el Boletín Oficial, en aquella época, esos sillones estaban ocupados por Magnetto, Mitre y Peralta Ramos.<

MAGNETTO Y MITRE PRETENDEN MARCAR LA AGENDA DEL JUEZ"



La directora estatal en Papel Prensa, Beatriz Paglieri, sostuvo hoy que tanto el CEO de Clarin, Héctor Magnetto, como el director de La Nación, Bartolomé Mitre "pretenden marcarle la agenda al juez y están muy preocupados" por la declaración que prestará mañana Rafael Ianover, vicepresidente de la empresa en épocas de David Graiver, ante el juez platense Arnaldo Corazza.

Corazza tiene a su cargo la investigación del traspaso de acciones de Papel Prensa de los Graiver a los diarios Clarín, La Nación y La Razón ocurrido en 1976 durante la última dictadura cívico-militar.

Paglieri, quien apelará la suspensión en su cargo de directora de Papel Prensa -dispuesta por el juez comercial Eduardo Malde-, se refirió hoy a la presentación efectuada ayer por los directivos de los matutinos ante Corazza y dijo que: "Parece que a confesión de parte, relevo de prueba" en relación al pedido de Magnetto y Mitre de participar en la declaración que mañana hará Ianover.

"Están preocupados por la declaración de Ianover" aseveró Paglieri y aclaró que "éste es un procedimiento que recién comienza".

La funcionaria, designada junto a Eduardo Gallo y Pablo Cerioli para representar al Estado en Papel Prensa, aseguró que desde la presentación del informe "Papel Prensa: La Verdad", el 24 de agosto, "no se ha recibido observación alguna", aunque "fue puesto en Internet y está en conocimiento de todo el mundo".

Reiteró que el documento de 26 mil fojas "es muy contundente" y que "las personas involucradas están preocupadas y eso lo demuestra que ayer hayan ido a presentarse y pretender marcarle la agenda al juez".

"Son demasiados elementos los que constan", dijo Paglieri y consideró que se abre un proceso judicial "donde cada uno tiene derecho a defenderse pero no a través de los titulares (de los diarios)".

Además, desmintió que la operación de compra de Papel Prensa concretada el 2 de noviembre de 1976 -en plena dictadura militar-, haya sido "voluntaria y lícita" como ratificaron ayer los directivos de los dos matutinos en su presentación.

"Estas personas no estaban libres, habían sido visitadas por un grupo de tareas, ella (por Lidia Papaleo de Graiver) estaba amenazada de muerte. Declaró que Magnetto le dijo el 2 de noviembre del `76 que si ella no firmaba peligraba la vida de su hija y la de ella. La amenaza es parte de un mecanismo de terrorismo de Estado", insistió.

"No sé si Magnetto va a ir preso, pero tengo la certeza de que va a tener que declarar en juicio y si hay delito nosotros estamos convencidos de que el delito lo cometieron los diarios y no la figura que armaron que es esa empresa de paja (FATEL)", afirmó ante la consulta periodística.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Papel prensa,Más pruebas vinculan a Mitre y Magnetto con la dictadura

Los directores de los diarios Clarín, La Nación y La Razón se reunieron con el encargado de las “investigaciones” bajo tortura a la familia Graiver para preparar “los interrogatorios a tomar el 11 de abril de 1977”, según publicó ayer el diario Tiempo Argentino a partir de cuatro documentos militares.

Se trata de Oscar Gallino, oficial superior preventor, a cargo en ese entonces de los tormentos del centro clandestino de detención Puesto Vasco y ex subdirector del centro clandestino de detención El Tolueno de la zona 4, Campo de Mayo. También fue comandante de la represión en el Batallón 601 Domingo Viejo Bueno, en Monte Chingolo.

De acuerdo con el primer documento, del 7 de abril de 1977 firmado por Gallino, el militar recibió “a los directores y asesores letrados de los diarios Clarín, La Nación y La Razón, quienes concurren con motivo de la adquisición del paquete accionario del ‘Grupo Fundador’ de Papel Prensa”. En ese entonces, los directores de los tres diarios eran Héctor Horacio Magnetto, Bartolomé Luis Mitre y Patricio Peralta Ramos, según los boletines oficiales del 7 de febrero y 14 de junio de 1977.

En el segundo informe, del 9 de abril, Gallino relata que se reunió con “el secretario de Industria, Raymundo Podestá, los presidentes de los directorios de La Nación, Clarín y La Razón, que son los adquirentes del paquete accionario del ‘Grupo Fundador’ de Papel Prensa, que representa el 26% del total del paquete accionario”, con el objetivo de “producir sendos informes” y de preparar "los interrogatorios a tomar el 11 de abril de 1977”.

El “Ejército argentino” revela, en otro documento secreto, cómo Gallino interrogaba a Isidoro Graiver para conocer en detalle las transacciones comerciales y así poder hacerse con el “botín de guerra”.

De esta manera, el jefe de los torturadores del Puesto Vasco le escribió al presidente del Banco Central para abrir una cuenta en el marco de “una investigación de carácter reservado, por orden de las autoridades superiores del Ejército” en la que iban a ser depositados “resultantes de amortización y rentas”. Lo cierto es que en esa nota, que data del 13 de abril de 1977, Gallino se aseguró el marco para hacerse depósitos de $2.130.000 en efectivo y $3.173.356 en cheques, además de títulos y acciones en diferentes empresas.

El 12 de abril secuestraron al vicepresidente del grupo, Rafael Ianover, el último eslabón, con lo que la junta militar puso en marcha un operativo para que el dinero producto de la venta terminara siendo administrado por el juez de la sucesión, abierta tras la misteriosa muerte de David Graiver.

Lo hizo al reconocer tener detenidos a los Graiver y su entorno, a quienes se les aplicó el artículo 2º del acta del 18 de junio de 1976, incisos a), d) y e) por lo que perdían la ciudadanía y se les prohibía “administrar y disponer de sus bienes, hasta tanto justifiquen la legitimidad de la adquisición de los mismos”, que desde entonces quedó en manos de la Comisión Nacional de Responsabilidad Patrimonial.

El papel de la prensa. Ayer, el diario La Capital de Rosario publicó una editorial en la que denuncia ser “víctima de la situación monopólica” generada a partir de los precios diferenciales y el sistema de cupos que se aplican en Papel Prensa a partir de una política comercial impulsada por los matutinos porteños Clarín y La Nación.

“El perjuicio de la monopólica posición comercial de Papel Prensa para los diarios del interior es difícil de medir a lo largo de tantos años de inequidad”, sostiene el matutino santafesino, que dice: “Sin embargo, si se toman los últimos doce meses La Capital tuvo que erogar casi medio millón de dólares más para proveerse de papel en el exterior”.

“La Capital –dice el editorial– paga el papel chileno, polaco, finlandés o ruso, entre otros orígenes, a u$s719 la tonelada. En la Argentina, Papel Prensa lo vende a u$s635 la tonelada pero, seguramente, tanto a Clarín como a La Nación les cuesta aún más barato. Para cubrir la necesidad mensual de papel, este diario debe comprar 450 toneladas, de las que la empresa Papel Prensa sólo le provee menos del 20 por ciento. Las cifras son elocuentes”.

Fuente: El Argentino

domingo, 5 de septiembre de 2010

Revelan que Magnetto Mitre y Peralta Ramos se reunian con torturadores


Tiempo Argentino dice que Magnetto se reunía con los torturadores de los Graiver
05 de Septiembre de 2010
Nacionales

El CEO del Grupo Clarín Héctor Magnetto se reunía con los torturadores de los Graiver, según una investigacion del diario oficialista Tiempo Argentino.

La investigación se basa en cuatro documentos rubricados por el general de brigada Oscar Gallino, oficial Superior preventor, a cargo de las torturas del centro clandestino de Detención Puesto Vasco, donde estaban secuestrados los Graiver.

La publicación es una más de la saga por la movida del Gobierno para culpar al Grupo Clarín de comprar Papel Prensa y despojar a sus anteriores dueños, el Grupo Graiver, en complicidad con la Dictadura Militar.
Los documentos que revela Tiempo Argentino fueron producidos los días 7 de abril de 1977 (uno de las 10.30 y otro de las 16.30 horas) y el 9 de abril de 1977 (8.40 y 20 horas, respectivamente), que describe las reuniones que realizan los presidentes de los directorios de los diarios Clarín (Magnetto), La Nación (Bartolomé Mitre) y La Razón (Patricio Peralta Ramos) con el general Gallino.
En esos documentos, detalla TA, se establece la participaciòn de los directivos de los diarios con los delitos de lesa humanidad.

“Ya no quedan dudas sobre el despojo accionario. Tampoco, sobre quiénes son las víctimas y quiénes los beneficiarios en esta dolorosa historia. Pero había, sin embargo, interrogantes sobre el nivel de participación de los accionistas de los tres diarios en los crímenes de lesa humanidad que hoy investiga la justicia. Faltaba algo que uniera al implacable torturador de Lidia Papaleo de Graiver en Puesto Vasco con los impolutos ejecutivos que en la City porteña decidían silenciar las atrocidades del genocidio que se devoró a una generación de argentinos. Faltaba, es cierto. Hasta hoy”, dice TA.

“Los cuatro documentos clave que se publican en estas páginas fueron producidos el 7 de abril de 1977, a las 10:30 y a las 16:30; y el 9 de abril del mismo año, a las 8:40 y a las 20. Habría que remontarse al instante preciso en que un represor, oficial del Ejército Argentino, encabezaba un sumario con la leyenda “Diligencia dejando constancia”, mientras los aullidos de las víctimas flotaban en el espeso aire de un país hundido en la tragedia. Es importante situarse en la época. El terrorismo de Estado ya había desaparecido a 15 mil personas, mandado a prisión a otras 10 mil y asesinado a otras 4 mil, en apenas un año”.

“Para entonces, los primeros 25 cuerpos mutilados de opositores a la dictadura ya habían aparecido en las costas uruguayas, dejando la huella inicial sobre los “vuelos de la muerte”, en que a los detenidos se los arrojaba vivos al Río de la Plata desde aviones militares. También se había descubierto un cementerio lacustre en el Lago San Roque de Córdoba. Nada de eso, sin embargo, informaban Clarín, La Nación y La Razón, los diarios oficialistas del terror. Tenían sus razones. No eran, como se quieren presentar ahora, los custodios de la libertad de expresión: eran socios de los verdugos”.

“Junto a Videla, habían puesto en marcha la primera y única fábrica de papel para diarios de todo el país, la más importante productora de pasta de celulosa de Sudamérica. La que le habían robado, por medio de presiones y humillaciones, a los Graiver. La maniobra quedó registrada en documentos secretos. La burocracia criminal era eficiente”.

“El primer documento que publica Tiempo Argentino, del 7 de abril de 1977, lleva la firma del “oficial Superior Preventor Oscar Gallino”. El militar estaba a cargo de la “investigación”: un eufemismo para referirse a la sucesión de tormentos que se le practicó a toda la familia Graiver en el circuito Camps. El acta que refrenda revela que, mientras Lidia Papaleo era torturada, Gallino recibía “a los Directores y Asesores letrados de los diarios La Nación, La Razón y Clarín, quienes concurren con motivo de la adquisición del paquete accionario del Grupo ‘Fundador’ de Papel Prensa””.

“Gallino era general de brigada. Un represor salvaje. Desde febrero hasta abril de 1976, había desempeñado el cargo de subdirector del centro clandestino de detención El Tolueno (en la fábrica militar de tolueno sintético) de la zona 4 (Campo de Mayo). Entre sus medallas de combate, se contaba la cacería de los militantes del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) que habían intentado copar el Batallón 601 Domingo Viejo Bueno, en Monte Chingolo”.

“Antes de que Ramón Camps diseñara bajo las órdenes de Videla, el “Operativo Amigo” –complemento del despojo accionario de Papel Prensa–, que culminó con toda la familia Graiver en la mesa de torturas, mantuvo una reunión en la Casa Rosada con el máximo dictador, los jefes del Estado Mayor, el director de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), el ministro del Interior y el jefe de la Policía Federal. (Los detalles de la designación de Gallino quedaron impresos en la página 18 y 19 del libro de Camps, El poder en las sombras, publicado por RO. CA, en 1983.)”

“En ese cónclave de la cúpula del aparato represivo que azotó al país hasta 1983, se decidió –con la anuencia de Videla– que Gallino reunía los requisitos necesarios para convertirse en el “oficial instructor”, es decir, en el interrogador del caso Graiver”.

“Vale aclarar que los interrogatorios, en aquel tiempo, se hacían a punta de picana. No había abogados defensores, sólo electricidad que recorría el cuerpo de personas indefensas. La defensa de la familia secuestrada en los campos de exterminio quedó a cargo de un teniente coronel, puesto a dedo por el propio Gallino”.

“Con ese tan eficaz como implacable jefe de torturadores se reu-nían, según los documentos que se reproducen por primera vez, “los directores de Clarín, La Nación y La Razón”. Dicho así, con la frialdad del papel sumarial, también se oculta algo. ¿Quiénes integraban el directorio de esos diarios para la fecha en que la que los represores vejaban sexualmente a Lidia Papaleo de Graiver? Tiempo Argentino fue a buscar la respuesta al Boletín Oficial. Allí, para la Historia, quedaron registrados los nombres de los que participaban en las amigables tertulias con Gallino: Héctor Horacio Magnetto, Bartolomé Luis Mitre y Patricio Peralta Ramos”

“En el otro documento, el del 9 de abril de 1977, es decir, producido dos días después de la reunión antes mencionada, Gallino volvió a dejar asentado que se reunió con “el secretario de Industria, Raymundo Podestá, los presidentes de los directorios de La Nación, Clarín y La Razón, que son los adquirentes del paquete accionario del ‘Grupo Fundador’ de Papel Prensa, que representa el 26 por ciento del total del paquete accionario”. ¿Cuál era el objeto de esas reuniones? Gallino lo dice: “Producir sendos informes.” ¿Para qué servían esos “sendos informes”? También Gallino responde a eso. Da escalofríos reproducir su respuesta: “Se preparan los interrogatorios a tomar el once de abril de 1977.” Lo dice el represor, el oficial preventor, el jefe de los torturadores de Puesto Vasco. Magnetto, Mitre y Peralta Ramos se reunían con el represor para “producir sendos informes” sobre Papel Prensa y luego, el militar Gallino elaboraba las preguntas que debían soportar los Graiver en los camastros de tortura”

“Otro documento secreto del Ejército Argentino revela cómo Gallino interrogaba a Isidoro Graiver. Le interesaba conocer los detalles del vínculo con su cuñada Lidia Papaleo, la minuta de las transacciones comerciales y, principalmente, obtener la información que necesitaran para destrozar a su grupo económico”, revela Tiempo Argentino.

“La maquinaria asesina se entrelazaba con la económica. Además de controlar el movimiento, la información y hasta a los vendedores de Papel Prensa, a quienes tenían secuestrados, Gallino tuvo tiempo de abrir una cuenta en el banco para depositar los millones del botín de guerra. No sólo torturaban: además se quedaban con la plata de las víctimas”, señala.

“Así quedó establecido en una carta que el propio Gallino le envió al entonces presidente del Banco Central de la República Argentina. “Una investigación de carácter reservado, que por orden de las autoridades superiores del Ejército, se encuentra a mi cargo”, [7] empezó explicando. Se refería a la causa Graiver. Y por ese motivo, aseguraba, necesitaba la apertura de una cuenta a su nombre, en la que se depositaran los cheques y se aceptaran los títulos y bonos. Fue el 13 de abril de 1977. Pretendía que los “resultantes de amortización y rentas sean depositados en la cuenta””, precisa.

“Hasta ese momento, los Graiver estaban desaparecidos. Por eso, Gallino no podía explicar cuál era la investigación a su cargo. Sabía que, en poco tiempo más, la Junta ordenaría los papeles y haría coincidir las fechas y los pedidos con sus delitos”, explica.

“Por eso, para terminar la carta, Gallino advierte que “una vez promulgada la Ley correspondiente a la investigación señalada se incluirá en la cuenta el número de la misma”. Primero se ejecutaba, y después se hacía encajar una ley a medida del despojo. ¿Esta es la “seguridad jurídica” que esgrimen los diarios oficialistas del terror?”.

“El general de brigada Gallino se depositó $ 2.130.000 en efectivo y, en cheques (entre ellos del Banco Comercial de La Plata), $ 1.042.356,26; un total de $ 3.173.356, 26. Y hay más: les arrebató a los Graiver más dinero en efectivo, por U$S 21.071, 37; títulos y acciones en diferentes empresas. Para el ’77, una hectárea en la región de La Pampa Húmeda –la zona más rica del planeta en materia de ganadería y agricultura– valía en promedio U$S 3300.
Al día siguiente, el acta secreta de la Junta Militar en el “Item 1, Papel Prensa SA”, devela la estrategia final de la dictadura y los tres diarios: “Evitar que la suma correspondiente a las acciones ingrese al Grupo Graiver o a su sucesión.””, dice el informe de Tiempo Argentino.